Minimalismo barroco
La gran versatilidad que ofrece el concreto permite que este material sea considerado, no sólo por arquitectos, ingenieros o constructores, sino también por artistas plásticos.
El término minimalismo nació para reflejar
un movimiento plástico que no quería ser ni pintura ni escultura,
ni arquitectura pero que terminó involucrado un mundo de aspectos.
El filósofo británico Richard Wollheim lo empleó por
primera vez en 1965 para referirse a la radical reducción racionalista,
promovida por las nuevas tendencias del arte. Desde entonces este vocablo
ha crecido hasta instalarse por doquier, empezando por la arquitectura.
Para Dani Marti, artista visual contemporáneo, “al combinar
la estética formal del estilo minimalista con un contenido emotivo
y la ornamentación del estilo barroco, nace el minimalismo barroco”.
En su obra, denominada Baroque Minimalism Wall, queda patentemente plasmada
su idea.
El proyecto consta del diseño de la entrada del edificio llevado
a cabo por Urban Art Proyects (UAP) –una consultoría de diseño
especializada en la creación de arte específico para un lugar,
proyecto arquitectónico y paisajismo– y del de los paneles
que están a la entrada del centro de convenciones Centrepoint 100
Market Street en Sydney, Australia. La escultórica pared de concreto
reforzado con fibras de vidrio fue diseñada por Dani Marti y fabricada
en un taller de la UAP. Los paneles se hicieron con un estilo de cuerda
tejida donde las hebras tuvieron un espesor y textura previamente seleccionados.
Posteriormente los paneles fueron recubiertos con caucho y encasillados
en un marco de madera y fibra de vidrio con lo que crearon un molde de silicón
donde quedaron fundidos los paneles de concreto; de esa manera se obtuvo
el máximo detalle posible.
Dani
Marti charló con Construcción y Tecnología, explicándonos
la manera en que usa el concreto en su obra. Así, para el artista:
“este material tiene una naturaleza formal minimalista. Me interesa
el concepto de convertir la superficie del mismo en un lenguaje más
emocional, en el cual el gesto artesanal y humano esté presente”.
Respecto al uso de las fibras de vidrio en el concreto, aseveró:
“los únicos criterios para usarlo son su peso, resistencia
y costo”. Cabe mencionar que el concreto reforzado con fibras de vidrio
o GRC (Glass Reinforced Concrete) es un material compuesto en el cual las
fibras de vidrio son proyectadas sobre una base de mortero de cemento en
varias capas, creando un material final que reúne las cualidades
de ambos. El GRC contiene propiedades que lo hacen fuerte: la resistencia
a la compresión es mejor que la del concreto normal; las fuerzas
de impacto son muy buenas. Sin embargo, el beneficio real del GRC es su
función de flexión. Esto permite a los diseñadores
hacer fuertes componentes de peso ligero hueco.
Para
la doctora Ann Finnegan, teórica del arte contemporáneo y
escritora del tema, la obra de Dani Marti puede ser comparada con la de
grandes maestros europeos de antaño como Goya, El Greco o Velázquez,
quienes apostaron a cubrir de tela el cuerpo para amplificar el aspecto
pasional del espíritu. “Dani Marti continúa esta tradición
pero con una reinterpretación evocativa de los planos escasos del
minimalismo puro. Sin embargo, para Marti no es necesario utilizar directamente
un cuerpo humano para cubrirlo de tela, para representar literalmente la
carne, las extremidades y el ascenso celestial de El Greco, es suficiente
con las torsiones y tensiones de la superficie del tejido de Marti, para
traducir los impulsos pasionales de los movimientos, que paradójicamente,
se encuentran congelados dentro de los tejidos, y para leer la sensibilidad
de las personalidades plagadas ahí en los paneles. Como el pintor
letón Mark Rothko, Dani Marti, logró la transformación
de la llamada materia bruta, de la superficie pictórica al plano
espiritual, pero lo hizo a través de un florecimiento barroco del
drama corporal inherente en la superficie tejida. Sin embargo, el movimiento
de ascensión barroco es sustituido por la saturación general
de la superficie del minimalismo”.
Es por esto que lo que Dani Marti trata de plasmar de la mejor forma su
minimalismo barroco. Así, la fachada del centro de convenciones Centrepoint
100 Market Street, alcanza esta estética tejida, con los paneles
de concreto reforzado con fibras de vidrio. Marti crea un juego visual entre
la forma y la materia, empujando a la percepción del espectador a
percibir el concreto como un tejido real, al tiempo que los combina con
los patrones de flujo de la superficie.
Westfield
Sydney, empresa dueña del centro de convenciones, explica a CyT que
la entrada del centro a las oficinas, es un vestíbulo de doble altura,
con una ventana plegable de gran alcance a escala, complicada en detalle,
que se proyecta a través del pasillo; captura las miradas de los
peatones y se enrolla en el vestíbulo para formar parte de un techo
dramático. La identidad de la entrada se ve reforzada por el muro
diseñado por Dani Marti, que incorpora una obra de arte al público.
Esta pared está alineada para llevar el ojo de la acera al vestíbulo.
Esto se repite en el lado oeste de la entrada por un patrón de doble
altura de la detallada pared tejida.
La inspiración de Dani Marti para hacer esta obra fue, en propias
palabras del maestro, “una estética anglosajona minimalista
que siempre me ha atraído desde joven, pero a la cual quise dar una
lectura más barroca y cargada. Mi práctica es estimulada por
lo que percibo como desafíos en el acto de representación.
Me fascina lo que hay detrás de la superficie del sujeto como una
esencia que hay que aprovechar o buscar intentar representarla. La dialéctica
entre la posibilidad y la desesperanza simultánea de este esfuerzo
surge en la abstracción de las obras tejidas a gran escala y los
videos que toman prestado el lenguaje del documental. La polaridad formal
que existe entre estas formas de trabajo es el terreno en el que estoy en
condiciones de examinar cómo acercarse a la superficie física
y mediada de la información, lecturas alternativas pueden ser generadas
por el espectador”. c
Ángel Álvarez
Fotos: Cortesía Dani Marti
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