A mediados de julio, el presidente Felipe Calderón señaló
en su Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, que involucra
más de 265 obras de gran envergadura, las cuales serán
financiadas, en buena medida, con recursos privados. Muchos de estos
proyectos están visualizados a largo plazo, como señaló
el subsecretario de Comunicaciones y Transportes. Este ambicioso programa,
sin duda alguna, resulta trascendental pues, de lograrse, generará
mucho trabajo para nuestra industria al tiempo que, esperamos, también
genere nuevos empleos, tan necesarios en México en estos momentos.
De ahí que vemos con gran beneplácito la noticia.
Pero el movimiento y el ritmo al que se alude en el título de
estas palabras, también está presente en lo que mes con
mes publicamos en CyT. Prueba de ello es el impresionante desarrollo
Costa Ventura, localizado en la zona Diamante —la de mayor pujanza
en la actualidad— del puerto de Acapulco, el cual es nuestro tema
de Portada. También podemos sentir ese movimiento incesante de
la industria en la preocupación de ingenieros, técnicos
y demás profesionales, en materia de infraestructura portuaria,
como lo puede conocer el lector en el reportaje dedicado al muelle de
Progreso, en Yucatán.
Finalmente, también se perciben ritmo y movimiento continuo en
la gran cementera, CEMEX, que sigue creciendo al haber logrado, como
se señaló recientemente, adquirir más del 95% de
la empresa australiana Rinker, después de largos meses de compleja
negociación. Todas y cada una de estas acciones, de estas obras
mencionadas, nos deben dar optimismo pues, el ramo cementero y concretero,
va por buen camino… y con un buen ritmo.