Contra la corrosión en En los puertos de mar existe un enemigo a vencer: el deterioro por corrosión de la armadura en concreto. De ahí que para la construcción de este tipo de infraestructura, no debe hacerse a un lado el factor corrosión. Nota: Este texto fue escrito por Andrés
A. Torres Acosta, del Instituto Mexicano del Transporte; Pedro Castro
Borges, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN,
unidad Mérida; Eric Iván Moreno, de la Facultad de Ingeniería
de la Universidad Autónoma de Yucatán y Manuel J. León
Irola, subgerente de Ingeniería y Operaciones, de la Administración
Portuaria Integral de Progreso. |
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Recientemente, el interés por el desarrollo de estructuras de
concreto de alto desempeño —que no necesariamente implica
el uso de los primeros— ha generado la fundación de organismos
internacionales De la mano con estas ideas está el factor económico; es decir, se requiere de estructuras que tengan un comportamiento adecuado durante muchos años —más de 70, por ejemplo— y a un costo competitivo. En el caso de los puertos, el enemigo a vencer es el deterioro por corrosión de la armadura en concreto. Esto significa que las estructuras de alto desempeño en ambientes marinos, deben tomar en cuenta el factor corrosión. Un excelente ejemplo En México, uno de los ejemplos de estructura de concreto de alto desempeño es el muelle de Progreso, en Yucatán. Esta estructura fue diseñada y construida por la empresa danesa Christiani and Nielsen (C&N) después de ganar un concurso de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) que solicitó un diseño que contemplara el mantenimiento y que pudiese estar en condiciones de trabajo durante muchos años (se dice que 100 años) sin problemas de corrosión1. C&N ganó este concurso y ahora el muelle de Progreso tiene 70 años de que inició su construcción (1937) y 66 años en servicio (1941), funcionando en perfectas condiciones y sin problemas significativos de corrosión. En su momento, la SCOP solicitó una propuesta de muelle que minimizara el uso de acero para disminuir el mantenimiento de la estructura. estructura. Los daneses presentaron un proyecto que tomó en cuenta no sólo las cargas estructurales y las acciones del ambiente local, sino las características de los materiales de construcción locales: piedra calcárea porosa2. La estructura fue concebida en concreto simple principalmente y, según sus constructores, fue la primera en la que se usó acero inoxidable (tipo 304) como refuerzo para evitar las contracciones del concreto en los cabezales del muelle3. Se usó una cuantía de 0.15% en piezas de acero inoxidable liso de 30 mm de diámetro4.
La plataforma terminó de construirse en septiembre de 1941,
año en finalizó el contrato de C&N6. (La secuencia
de Figuras 1 a 3 muestra etapas relativas a la construcción mientras
que la 4 el momento en que se termina de construir el viaducto y un
avance de la plataforma). Los materiales fueron los más comunes de esa época: concretos de mediana resistencia y acero corrugado al carbón). El muelle original —construido de 1937 a 1941— es un gran ejemplo de estructura de concreto de alto desempeño frente a la corrosión, pues su diseño fue hecho de acuerdo con las necesidades del momento, las previsiones de cero mantenimiento a futuro, la adaptación de los materiales de construcción locales de baja calidad a las necesidades del proyecto y el uso del concepto de concreto con una utilización selecta de acero inoxidable con fines específicos. Cabe decir que este muelle funciona tal cual fue planeado y con un mantenimiento mínimo que se limitaba a pintura y reparaciones menores asociadas a las instalaciones de atraque de los barcos, cumpliendo así sus características de estructura de concreto de alto desempeño. En comparación, el edificio para la aduana fiscal ha sido reparado varias veces debido al avance de la corrosión del acero normal colocado en los muros, columnas, trabes y losas de concreto denominado estructural (f’c de 200 a 250 kg/cm2). En busca del puerto de altura El proyecto y los materiales con los que se construyó la terminal remota fueron diferentes a la primera fase construida por C&N. El puerto de altura de Progreso ha ido creciendo poco a poco durante los últimos años al grado que el tráfico en el primer viaducto —que sólo tiene dos carriles de ancho— es cada vez más lento, frecuente y pesado. Estudios realizados en el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) demostraron que las cargas que recibe actualmente están igualando las cargas máximas permitidas de diseño, que son 10 veces mayores a las que soportaba al inicio de sus operaciones en 1941. Se espera que las autoridades de la API puedan en breve construir un muelle paralelo, con el cual la carga se dividirá al igual que el tránsito, y entonces el muelle podrá seguir cumpliendo con el elevado desempeño que le fue conferido desde su construcción. Estado del antiguo muelle (CINVESTAV-Mérida), y La Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (FIUADY), hallaron evidencias de deterioro tanto electroquímico del acero inoxidable como estructural. Es obvio que el muelle está siendo sobre exigido y que tendría que ponerse en marcha un plan de seguimiento de su comportamiento estructural y electroquímico. De común acuerdo con las autoridades del puerto de Progreso —es decir, la API—, en 2002 dio inicio un plan de seguimiento del comportamiento del muelle que incluye al menos dos revisiones anuales de su subestructura (pilas y arcos). Estas inspecciones han incluido estudios de pruebas de cargas estáticas y dinámicas, seguimiento de daños estructurales como agrietamientos de arcos, y seguimientos de parámetros químicos y electroquímicos del acero inoxidable8 Durante estas inspecciones se ha podido obtener información que la API usa para ejecutar el plan de mantenimiento a largo plazo, que inició en 2003 y que continúa hasta la fecha. De los resultados más interesantes extraídos de la revisión de los reportes iniciales desde su construcción hasta los actuales se puede decir que: 1. El concreto del muelle presenta cantidades de
cloruros que en varias de las partes evaluadas han superado el umbral
requerido para la corrosión del acero inoxidable tipo 304. 4. Los agrietamientos que se han intensificado en los arcos han sido por una intensificación de las cargas que empieza a superar las máximas permisibles. Resulta increíble saber que el acero inoxidable también
es susceptible a la corroción en un ambiente tan agresivo como
el de la península yucateca; claro, después de 70 años
de vida de la estructura. Agradecimientos
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