El Curso-Taller de Albañilería fue posible gracias a
la organización del IMCYC y del Instituto de Capacitación
de la Industria de la Construcción, con el patrocino de Cooperativa
La Cruz Azul, Lafarge Cementos, Ital Mexicana, Stonecrete e Industrial
Bloquera Mexicana quienes también realizaron demostraciones de
sus productos a los asistentes.
¿Cómo recuperar estas manos perdidas en el tiempo, en
los nuevos materiales y en los avances tecnológicos? Estas interrogantes
nos hicieron replantear en el IMCYC, la enseñanza para estas
personas indispensables en el ramo de la construcción. Así,
se decidió iniciar un plan estratégico y contundente —a
mediano y largo plazo— que consiste en tener altamente capacitada
a toda la mano de obra (albañiles) a nivel nacional. Con esta
idea, existirán y se programarán por regiones estratégicas,
cursos de iniciación y actualización en este maravilloso
y noble oficio para, de esta manera, ir abarcando temas puntuales como:
muros, cubiertas, acabados, estructura, hasta cubrir desde lo estrictamente
necesario, hasta las especialidades.
Sobre este evento, el ing. Donato Figueroa —Gerente de Enseñanza
del IMCYC— comenta: “El Curso-Taller de Albañilería
fue presentado como proyecto a mediados del año pasado, siendo
lanzado en marzo de 2007; para su realización previamente fueron
encuestados algunos directivos de la industria con el fin de preguntarles
cómo veían el proyecto; definitivamente todos, de manera
entusiasta, aceptaron que se realizara. Sin embargo, uno de los problemas
al que nos enfrentamos fue el de saber qué duración se
la daría al curso pues en Estados Unidos y Europa éste
llega a durar varios meses. En México el proyecto fue lanzado
como prueba piloto de capacitación, con un día de duración
pues, como sabemos, los oficiales albañiles si no trabajan un
día no ganan dinero. También se discutió hasta
qué grado debería ser teórico pues ellos son prácticos;
sin embargo, buscábamos transmitirles aspectos básicos
sobre qué es, cómo se utiliza y los cuidados que debemos
darle al cemento, mortero y al concreto”.
Este valioso proyecto tuvo como objetivo recuperar el excelente trabajo
artesanal que ha existido siempre y que —sobre todo a mediados
del siglo XX— había alcanzado su máximo nivel de
calidad. En relación al objetivo, Figueroa añade: “El
propósito es que el conocimiento de los oficiales albañiles
sea muy similar en
la comunidad, en temas relacionados con agregados, cemento, mortero,
concreto y procedimientos a largo plazo, lo que, sin duda alguna, beneficiará
a la industria, a los propietarios y a la sociedad”.
Un evento exitoso
En su etapa primera en la Ciudad México se tuvo un éxito
total desde el mismo día en que fue lanzada la convocatoria hasta
el último minuto de aplicación práctica de los
conocimientos adquiridos a lo largo del programa establecido. Como anécdota,
recuerda Figueroa, “en el punto de reunión para trasladarse
al sitio del curso-taller, sucedió algo muy interesante; al momento
de estar con una pancarta para poder localizar a los aspirantes, además
de los aspirantes previamente registrados, se acercaron con entusiasmo,
interés y curiosidad, más albañiles diciendo: —¡Yo...
yo... yo también quiero ir!, mientras otros decían —¡a
mí me interesa!” A éstos se les informó que
más adelante vendrían otros cursos por lo cual todos dejaron
sus datos personales para que se les mantuviera informados. Cabe decir
que el curso-taller se saturó en menos de 24 horas pues las manos
están ávidas de adquirir conocimientos y de entusiasmo
por hacer bien las cosas.
Al estar en el auditorio para desarrollar la parte teórica, un
par de maestros albañiles experimentados y capacitados —pero
sobretodo con ganas de enseñar lo que ellos hacen tan bien—
comenzaron la ponencia. Los maestros albañiles Eliseo Castillo
Ruiz y Maximiliano Eduardo Sánchez Villanueva, mostraron a los
de 25 asistentes los procedimientos teóricos y prácticos
que sólo se dan con la disciplina y la experiencia para poder
dominar el arte de construir. De esta manera, se pudo aprender, por
ejemplo, a dosificar una mezcla con las características necesarias
de cada proyecto, así como a desplantar un muro de bloques unidos
con mortero, cuidando siempre la seguridad personal y de la obra.
También pudieron observar la forma de fabricación de bloques
por medio de un equipo de producción de vibrocomprimidos; se
mostró el funcionamiento de una adobera y fue producido adobe
estabilizado con cemento. Por último fue elaborada una mezcla
prediseñada en una mezcladora tipo turbina.
Durante el curso constantemente surgían dudas; aunque al iniciar
la plática los albañiles se mostraron cautos, más
adelante se sintieron en confianza participando bastante. Al final,
les fue realizado un examen oral y se les entregó un reconocimiento.
Resulta importante señalar que este curso será parte de
otros prospectados a futuro como será el módulo de cimentaciones,
losas, pisos, castillos, columnas y cimbras, de tal manera que en su
conjunto se pueda englobar el proceso total que tiene una construcción
típica en México.
Una referencia
No podemos dejar pasar la ocasión para mencionar que en “La
Construcción de la Muralla China”, de Kafka, el autor escribe
cómo medio siglo antes de comenzar la gran obra de la Muralla
China, el emperador proclamó a la Arquitectura —pero sobretodo
a la Albañilería— la más importantes de las
ciencias. De ahí que debemos revalorar a esas manos al tiempo
que agradecerles la materialización de las ideas constructivas,
preparándolos y capacitándolos con el fin de contribuir
a construir un mejor oficio: el oficio de albañil.