Para que un país se desarrolle de manera óptima debe
contar antes que nada, con buenas vías de comunicación.
¿De qué sirve un gran hospital o una escuela, si no se
puede llegar a ellas por la existencia de un mal camino? Las vías
de comunicación son la columna vertebral por la cual circulan
no sólo personas sino los diversos productos que se consumen,
importan o exportan. Un país bien comunicado es
un país que puede maximizar sus recursos. De ahí que,
como se puede leer en la sección de Noticias de esta revista,
el Programa Nacional Carretero 2008 cuenta con un presupuesto histórico,
aprobado por el Congreso de la Unión, de 40 mil millones de pesos
que serán usados para construir, modernizar y mantener cientos
de kilómetros de carreteras y caminos. Lo importante es que,
además, muchos de estos kilómetros de vías serán
realizados en concreto, lo que garantizará la creación
de obras de calidad, duraderas y con bajos costos de mantenimiento.
Y por esta razón, como tema de Portada, presentamos la regeneración
urbana realizada en una de las principales avenidas de la capital del
estado de Querétaro —el Paseo Constituyentes— el
cual, con sus más de 6 kms de longitud, funge como puerta de
entrada y salida hacia el Bajío. Esta obra, que fuera galardonada
con el Premio Obras CEMEX 2007 en los rubros de Infraestructura y Urbanismo
así como en Congruencia en Accesibilidad, se muestra como un
valioso ejemplo de rescate de una vialidad —que operaba como calzada
y carretera al mismo tiempo— otrora conflictiva. Finalmente, en
el rubro internacional, también está presente el tema
de vialidades en la sección Infraestructura, donde presentamos
un gran puente construido en Colombia, que demuestra cómo en
otras latitudes se está también haciendo obra de calidad,
en este caso, para comunicar dos de las más importantes provincias
de ese sureño país.