Una nueva revolución industrial


Fotos: Cortesía Vibosa
Pablo Caire Obregón
(Entrevistado por Juan Fernando González G.)

Al parecer, los sistemas prefabricados
datan de 1624, cuando los ingleses
trajeron a Norteamérica una
casa de paneles de madera que
fue utilizada por primera vez
por unos pescadores, vivienda
que luego sería desmontada
y ensamblada varias veces
en distintos lugares.

    

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  Nuestro Invitado Ingeniero Pablo Caire Obregón

El Ingeniero Pablo Caire Obregón es, desde 1982, director general de Viguetas y Bovedillas, S.A. (VIBOSA), la empresa más antigua del ramo de la prefabricación. VIBOSA fue fundada por su padre, el ingeniero Augusto Caire Dumas, quien lejos de sentar a su heredero en la silla de la empresa que él había edificado, lo alentó a seguir su propio camino.
De esta manera, el joven ingeniero mecánico electricista egresado de la Universidad Anáhuac en 1978 inició su vida laboral en la empresa Cables Mexicanos, SA en la que se desempeñó como responsable del áre a de registro y disparo de pozos petroleros durante tres años.
El ingeniero Caire Obregón se ha desempeñado como docente de su alma mater (la Universidad Anáhuac). Conoce a profundidad los idiomas inglés y francés y cuenta con estudios de Alta Administración de Empresas por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE). En la actualidad, Caire Obregón funge como Presidente del Consejo de Administración de VIBOSA.
El ing. Caire participará este mes de junio en el Segundo Seminario Internacional IMCYC-ANIPPAC con la conferencia que se titula: "Estacionamientos y Centros Comerciales".

Fueron inmigrantes suecos en Norteamérica quienes hicieron populares las cabañas construidas con leños precortados que se unían a través de ranuras hechas en las esquinas. Posteriormente, el diseño fue perfeccionado por alemanes, suecos, escoceses e irlandeses, quienes se convirtieron en los primeros industriales del ramo. Siglos después, las casas portátiles tuvieron tal aceptación que los ferrocarrileros impusieron una tarifa especial para transportarlas. En los albores del siglo XX, este tipo de edificaciones se solicitaban a través del correo, lo que le permitió tan sólo a la empresa Sears vender 110 mil casas en 40 años. Es interesante resaltar que en ese mismo tiempo, Roger Corbetta, un constructor radicado en Nueva
York, concibió la idea de construir una casa con paneles de concreto. En 1917, este sistema estructural se comercializaba con gran éxito y puede decirse que fue la base para el inicio formal de la industrialización de la vivienda y la construcción en general.

La prefabricación en México
“El sistema de construcción a base de prefabricados ha sido una solución que el mundo ha adoptado desde hace mucho tiempo y que ha crecido de manera importante. Sin embargo, creo que las posibilidades que nos brinda este sistema se han desaprovechado en México. No avanzamos a la velocidad que deberíamos y estimo que un factor determinante para ello es el desconocimiento y el miedo a enfrentarse a esta tecnología”. Así lo establece el ingeniero Pablo Caire Obregón, director general de Vibosa (Vigueta y Bovedilla SA), la compañía prefabricadora más antigua del país, quien como Invitado especial de Construcción y Tecnología señala que los problemas actuales a los que se enfrentan las compañías prefabricadoras son muy distintos a los que ocurrían antaño, sobre todo por la inestabilidad en el precio del acero. “En la actualidad, un presupuesto no tiene vigencia de más de tres días, por lo que hay que ser muy claros a la hora de calcular el importe de una obra. Sin ir más lejos, le puedo decir que esta semana cambió el precio del acero tres veces. Si lo vemos en retrospectiva este producto costaba siete pesos hace seis meses; hoy cuesta lo doble, y eso no es normal”.
Cualquiera pudiera pensar que el ramo de la prefabricación deja márgenes de utilidad enormes y que tras participar en una gran obra una compañía puede relajarse y esperar cómodamente a que llegue el próximo proyecto. Pero esto no es así, nos dice el ingeniero mecánico electricista egresado de la Universidad Anáhuac: “Los márgenes de utilidad cada vez son menores y creo que para ser competitivos todos hemos tenido que apretarnos el cinturón.
Hace 30 años las cosas eran diferentes, pero hoy en día no hablamos de arriba de 10 por ciento de utilidades. Por ello, cualquier error que se cometa en el presupuesto se considera una gran falla, porque tener que cambiar una grúa de 100 toneladas por una de 200 debido a que no se estudio bien el alcance de una de las maquinas nos impacta muy fuerte”, señala.

Vivienda, infraestructura y algo más
La vivienda es un rubro que ha tomado impulso en los últimos años y hoy el futuro parece alentador para la industria de la construcción en general. Sin embargo, las edificaciones prefabricadas no han logrado popularizarse en el entorno mexicano por diversos motivos. El ingeniero Caire Obregón explica que en este rubro “todavía no se encuentra un sistema totalmente prefabricado que funcione y resuelva las necesidades o expectativas de las constructoras.
Simplemente no lo hay. “La idiosincrasia de nuestro país no permite que eso suceda, y vale la pena mencionar lo que me decía Blas Chumacero (ex líder sindical, diputado y senador fallecido en 1997): ‘si un obrero mexicano no puede llegar a su casa y colocar con un clavo a la Virgen de Guadalupe en la pared, no le gusta’. Pienso que se está haciendo mucho en relación con la vivienda, pero hay que decir que algunas constructoras han preferido hacer la prefabricación por ellos mismos y han dejado de lado a los especialistas y eso, evidentemente, no nos ha ayudado mucho”. Por otra parte, si hablamos de las necesidades de los proyectos de infraestructura hay que tomar en consideración, dice el entrevistado, “que cada vez nos estamos yendo a elementos más pesados, lo que nos lleva a riesgos más grandes en relación con el transporte, tal y como sucedió en la obra del segundo piso donde hubo grúas de 500 y mil toneladas.
La movilización de esos elementos es complicada y requiere de la ayuda de la autoridad, pero también de la concientización de los empresarios de que no podemos estar circulando con este tipo de piezas a las doce del día. El segundo piso fue una buena experiencia para saber que hay que trabajar de noche y molestar lo menos posible con nuestros equipos”, acepta.

Capacitación y tecnología
El ingeniero Caire Obregón apuesta por levantar los niveles de preparación de todas las personas ligadas a las empresas de la prefabricación y de la industria de la construcción en general. La tecnología avanza a paso veloz, explica, y es necesario que todos se capaciten. “Los empresarios tenemos una obligación social y por ello debemos preparar a nuestra gente”. Ahora bien, si analizamos la tecnología alrededor de la prefabricación es justo comentar que los que avanzan a pasos agigantados son nuestros proveedores, reconoce Caire Obregón, “ya que cada vez hay mejores aceros, y en relación con el concreto ni se diga, el adelanto tecnológico ha sido impresionante. Antes, hablar de concretos de 400 kilos por centímetro cuadrado era hablar de cosas importantes, cuando ahora hay concretos por arriba de 1000 kilos por centímetro cuadrado.

La relación con las cementeras mexicanas es indispensable porque a nosotros sí nos pega la calidad del cemento y el concreto. No obstante, hoy en día no es difícil elegir una marca, por lo que creo que lo que más importa es el servicio que nos proporcionen. En Vibosa fabricamos nuestro propio concreto en planta, pero cuando salimos y tenemos plantas móviles normalmente recurrimos a las premezcladoras”.
Creo, dice el entrevistado, que la ANIPPAC (Asociación Nacional de Industriales del Presfuerzo y La Prefabricación y la ANIVIP (Asociación Nacional de Industriales de Vigueta Pretensada AC) están haciendo un buen esfuerzo para difundir nuestro trabajo, pero hay que redoblar esfuerzos porque no es fácil llegar a todo el territorio nacional e impactar a inversionistas, arquitectos e ingenieros, concluye.