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Múltiples usos |
Este oxidante ha sido utilizado también
recientemente en la remodelación de las oficinas del
Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto (IMCYC).
En esta sede es posible ver su aplicación en elementos
estructurales como muros y columnas o en elementos de tránsito
como son los piso de la recepción u oficinas.
Sus características de funcionamiento y durabilidad lo
hacen ser un acabado integral de mínimo mantenimiento,
ideal para ser utilizado en centros comerciales, iglesias, tiendas,
museos, restaurantes, agencias, discotecas, etc.
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El Plan Maestro del Forum pretende impulsar el desarrollo
regional, beneficiar a seis estados de la República Mexicana
y a más de 10 millones de personas. A su término estará
compuesto por la Biblioteca Central Estatal Gilberto Jiménez
Moreno ya concluida, la Unidad Académica para la Cultura y Artes
de León, el Teatro de la Ciudad, zonas comerciales así
como por el Museo de Arte e Historia de Guanajuato.
Este último (proyectado por el despacho de los arquitectos Aurelio
Nuño, Clara de Buen y Carlos Mc Gregor), busca mostrar la identidad
cultural ligada de las raíces históricas, la producción
artística del estado por lo que contará con salas de arte,
historia, cultura regional y auditorio, entre otros espacios que ofrecerán
un servicio dinámico y novedoso. Pero, más allá
de lo que a nivel socio-cultural este edificio representa, su manufactura
es digna de analizarse pues es la primera gran obra construida en nuestro
país con concreto oxidado, algo que además de darle un
bello aspecto la hace destacar del conjunto. Sobre el proceso ahí
desarrollado CyT conversó con los artífices de esta obra.
En busca de identidad
El ingeniero Federico Jasso –director de operaciones de Kemiko–
comenta que al conocer el proyecto se inició un primer contacto
con Aurelio Nuño, quien les dijo que la obra estaba siendo construida
y ya había especificaciones precisas con respecto a los elementos
estructurales de concreto (techos y muros) que se colarían en
sitio, y de su cimbrado. A pesar de ello existía la posibilidad
de dar un color específico al concreto a usarse. Así,
comenzaron a estudiarse las opciones, beneficios y pormenores que esta
decisión generaría. Como argumento principal se vieron
las tres formas de colorear el concreto. Para cualquiera de estos métodos,
es importante comprender el comportamiento de este material ya que considerando
la norma de que por más color integral, color endurecedor, u
oxidante que se le aplique a un vaciado de concreto, éste nunca
logrará perder el color gris o “verde” que por su
comportamiento químico genera.
La primera opción estudiada fue la del color integral: este método
consiste en poner colorante líquido o en polvo en la mezcla de
concreto para que al momento de vaciarlo tenga el color deseado. Ofrece
la ventaja de que el muro mantiene el color (en caso de que se despostillara,
se seguiría viendo un color similar); sin embargo, es muy difícil
mantener un color constante entre cada uno de los trompos y el color
no se puede modificar después de hacer un colado. El color del
concreto es muy diferente al momento de secar. Es más, existe
gran diferencia entre el tono del concreto recién vaciado comparado
con el concreto que tiene 28 días de fraguado por lo que dificulta
el poder predecir o uniformizar tonos al ver el color del concreto en
la olla o trompo. Siendo esta una obra de gran escala que pretendía
controlar perfectamente la pigmentación deseada, esta opción
fue descartada.
La segunda propuesta fue la del color endurecedor, en la cual el concreto
se vacía normalmente y antes de que seque se esparce cemento
de color hasta llegar al tono deseado. Este método se usa en
el concreto estampado con éxito; no obstante, fue rechazado ya
que la cimbra, al no poder retirarse hasta el fraguado, evita que el
procedimiento se realice completamente en los elementos estructurales.
La última opción fue la más acertada pues planteó
un proceso de oxidación a través de una reacción
química que ocasiona una transformación permanente del
concreto sin alterar sus patrones de resistencia y color naturales.
La ventaja de este método de coloración es que se puede
realizar con el concreto completamente fraguado o seco. El concreto
puede tener años de haberse vaciado y eso no evita que se pueda
oxidar. La oxidación no tiene colorantes por lo que no sufre
descoloramiento con los rayos UV. Además, en caso de que el tono
quede un poco más claro, se puede modificar aplicando más
capas. Se tiene mucho más control del proceso aunque exige mucha
más calidad en la obra negra y el acabado del concreto gris por
lo que se optó por utilizar este método. Al dar esta solución
la empresa Kemiko ofreció un producto que funcionaría
como un acabado natural y permanente acoplable al diseño buscado
originalmente; éste cambiaría el color al concreto pero
sin ocultar las características que se pretendían mantener
al realizar el colado in situ. Al ser una coloración transparente
es posible ver las “venas” de la duela y la diferencia entre
cada una de ellas, cada parte del muro; cada marca de duela tiene su
personalidad y la oxidación no interfiere en eso.
Procedimiento
Teniendo los antecedentes estilísticos y espaciales resueltos
los proveedores comenzaron a trabajar en el sitio con muestras en obra
con dos tonos: trigo dorado y ocre. Al realizar la muestra, se registraron
datos de importancia como fueron los lapsos de tiempo en cada etapa
del proceso: limpieza, aplicación de dos capas de oxidante, limpieza
de residuos, aplicación de sellador. Con esto se realizó
un programa de trabajo y planeación de la ejecución de
la obra.
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Comentarios |
• Al oxidar el concreto se quiere que
éste tenga la apariencia de una piedra al que la naturaleza
con el paso del tiempo fue generando el tono correspondiente;
de ahí que es muy importante evitar dejar “rastro
humano” durante la aplicación ya que se pierde
el objetivo principal.
• El color de Kemiko utilizado en esta obra fue el ocre
y se selló la superficie con sellador hidrofugante de
silicón.
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En esta fase inicial se detectaron detalles que se comentaron e inclusive
especificaron con el contratista general y el arquitecto, relacionados
con el acabado aparente del concreto. Como se sabe hay que evitar al
máximo alterar el fraguado. Independientemente de si el concreto
va a tener color o se va a mantener gris, ya que dejará marcas
permanentes. Cualquier vaciado horizontal o vertical, evapora grandes
cantidades de agua durante su proceso de fraguado por lo que si se le
pone un material encima que evite que “respire” al ritmo
del resto del concreto, se marcará con un tono gris más
oscuro o claro que el resto.
En este caso, al ser en vertical, el riesgo de alterar el fraguado estaba
en los polines que sujetaban la cimbra para poder vaciar el siguiente
nivel de muro por lo que se procuró minimizar el contacto con
el muro usando unas cuñas. Otra consideración fue la de
no usar una bomba aspersora como se haría en un piso ya que ésta
genera escurrimientos del oxidante que a la postre se convierten en
escurrimientos de color; además, se corre el riesgo de “brisear”
el oxidante por una gran cantidad de metros (el oxidante es corrosivo)
y en cuanto a seguridad, siempre está latente corroer los cables
de acero y todas las partes metálicas que compone el mecanismo
de levantamiento de las hamacas. Cabe decir que para la aplicación
fue necesario seleccionar mano de obra calificada que tuviera pleno
conocimiento del producto para realizar el procedimiento.
Las cuadrillas
siguieron un patrón aleatorio aplicando la misma cantidad de
material de manera uniforme con brochas de 6” evitando las pausas,
los escurrimientos y que el borde de los elementos secara. Para los
muros en el exterior, se usaron hamacas para llegar a la altura requerida.
En total se emplearon 11 mecanismos de 5 metros de largo para que al
colgarlos se cubrieran más de 50 metros lineales. Se tenían
dos aplicadores por hamaca que comenzaban al mismo tiempo para que el
borde que iba dejando un aplicador lo fuera tomando el de la hamaca
vecina y así sucesivamente. Al terminar se dejaba secar el resto
de la noche para proceder a lavar los residuos el siguiente día.
Al tercer día se aplicaba el sellador para dedicar todo el cuarto
día a descolgar, mover y colgar las hamacas en el siguiente muro.
Así fue el programa en el exterior; cada 4 días se realizaban
aproximadamente 50 m de largo por los 14.90 m de altura.
Durante la aplicación exterior se controló la temperatura
del concreto y las condiciones del clima. El color final tiene cambios
si se aplica en concreto con inconsistencias de temperatura por lo que
los muros en la parte oriente del museo se realizaron a cierta hora
de la mañana mientras que los muros ponientes se oxidaron en
un horario diferente para permitir que la temperatura de los muros fuera
similar. Buscando que los muros no estuviera muy calientes lo que provocaría
que el oxidante evaporara rápido generando marcas de “brochazos”
en el color final, se supervisó que el muro no tuviera acumulaciones
de humedad por condensación o por lluvia (en León llovió
todas las noches durante la construcción) ya que modificaría
la reacción y el tono no sería el deseado.
Para el interior, se utilizaron andamios. Dentro de la complejidad que
involucra el armado de andamios para cubrir todo el muro, la aplicación
resultaba más sencilla ya que, a diferencia de las hamacas, un
mismo aplicador podía caminar a lo largo de los 50 metros lineales
del muro. Esto hizo más eficiente proceso de oxidación
al realizar el trabajo con menos aplicadores. No se podía realizar
la aplicación más rápido pero sí con menos
personas ya que la oxidación tiene como desventaja el tiempo
de secado entre cada uno de los pasos. Es decir, se aplica el oxidante
y se debe dejar secar durante la noche, se lavan residuos y de nuevo
se debe dejar secar durante la noche y lo mismo para el sellador. “El
error más común que encontramos en la gente que aplica
oxidantes es el de no respetar los tiempos de secado o el querer brincarse
pasos. Todo tiene su razón de ser y en particular, el no dejar
secar completamente entre cada paso, puede traer consecuencias desastrosas”,
comentó el ingeniero Jasso.
Hablando de los pisos del edificio, los arquitectos a cargo comentan
que es común ver que al vaciar un firme seque primero en las
orillas por lo que en muchas ocasiones el “orillero” le
aplica agua para poder allanar a mano. Es por esto, aseguran, que en
la mayoría de los vaciados pulidos en piso, se puede notar un
cambio de tonalidad en las orillas. En el el museo no existía
ese problema ya que no se iba a pulir la superficie; a pesar de ello,
se detectó que al vaciar parte del muro, escurría agua
al colado recién realizado que se encontraba debajo por lo que
se podía tener el mismo problema de tener marcas de escurrimientos
permanentes, así que se decidió proteger con plástico
la parte baja de cada cimbra para evitar este problema.
Ya realizado este trabajo en cada uno de los elementos se especificó
una limpieza profunda que incluyó una apertura de poro que involucró
el lijar a mano toda la superficie para tratar de desprender al máximo
el desmoldante y que el oxidante tuviera la penetración adecuada.
Por último se especificó el sellado impregnado de toda
la superficie vertical para proteger el concreto con el objetivo de
repeler el agua y permitir el paso de los vapores generados por la humedad.
Este sellador no forma película y no sufre de desprendimientos
por lo que al no estar en constante abrasión lo convierte en
la opción ideal para proteger muros de concreto. El acabado es
completamente mate por lo que mantiene la naturalidad del acabado.
Durante la obra, se hicieron un par de pausas de más
de cuatro días por motivo de lluvia. La aplicación tardó
un total de 45 días continuos sin considerar el tiempo que llevó
el realizar la limpieza y preparación de la superficie. El color
característico de este edificio lo ha situado en un lugar de
privilegio. La esquina que vigila lo hace el principal foco de atención
del conjunto. Más allá de su escala, este gesto que refleja
parte de la “tierra en que está construido” le otorga
un grado de identidad mayor con lo cual espera ser digno emblema de
la cultura de la ciudad.
Nota: Para mayor
información sobre el tema consultar las siguientes páginas
web:
www.cem.fil.com
www.archprecast.org
www.pci.org
www.grca.org.uk
www.preinco.com
www.titancemento.com
www.arconcret.com
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