La sede de la CMIC
en Mérida

Antonieta Valtierra
Fotos: Cortesía Despacho
Roberto Ancona Riestra

El edificio que alberga a la delegación yucateca de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) –ubicado en la colonia Roma de la ciudad de Mérida,
en Yucatán– luce hoy esplendoroso después de una remodelación y ampliación recientemente terminada.

    

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El edificio sede de la CMIC en la colonia Roma, de Mérida, Yucatán, por 18 años ha funcionado para albergar las oficinas del gremio de la construcción en la península; hoy, el inmueble se muestra completamente remodelado gracias a una interesante intervención arquitectónica. La solemne ceremonia de inauguración del nuevo inmueble tuvo lugar el 12 de noviembre de 2007 siendo presidida por la actual gobernadora del estado, Ivonne Ortega, así como por el presidente de la CMIC, Nezahualcóyotl Salvatierra.

Para lograr la nueva imagen al edificio de la CMIC, el proyecto –a cargo del arquitecto Roberto Ancona Riestra en colaboración con los arquitectos Víctor Castilla, Eduardo Calvo Santisbón y Dante Gómez–, comprendió dos aspectos principales:
por un lado, el rediseño de todos los espacios exteriores e interiores, con el objetivo de definir mejor las funciones que se desempeñan en ellos y, al mismo tiempo, para dotarlos de una imagen contemporánea acorde con los tiempos. Y por otro lado: la ampliación del área de cursos gracias a la conformación de un nuevo patio que funciona como integrador de todos los elementos del conjunto en un solo edificio.
Cabe decir que dichos trabajos fueron realizados aprovechando la construcción existente, de tal modo que con modificaciones mínimas a la estructura, se logró una máxima utilización del espacio disponible.
Desde el inicio, el proyecto arquitectónico determinó que el diseño exterior debería acentuar las características del edificio original, de tal manera que fueron conservados los taludes maya al tiempo que fueron incorporados nuevos elementos contrastantes, como la plaza de acceso y las jardineras voladas en las áreas de gerencia y de presidencia que subrayan el dinamismo en el tratamiento exterior del edificio

Al ingresar a la plaza de acceso el usuario encuentra el vestíbulo principal que distribuye tanto a las oficinas de la Cámara, al salón principal como al patio del área de cursos del Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción (ICIC).
Para la generación de cada espacio se hizo un estudio particular pues se buscó crear una serie variada de sensaciones dentro del conjunto; por ejemplo, la zona donde se aloja la presidencia, requirió de un rediseño total. Así, fue incluido un nuevo despacho para el dirigente y una sala de juntas; ambos espacios están integrados y con comunicación interna hacia el despacho del gerente. Cabe destacar que en la sala de juntas se tuvo especial cuidado en el diseño acústico.
En general, los espacios interiores fueron mejor organizados mediante plafones dotados con iluminación especial, así como con el manejo de nuevos materiales en pisos y paredes con texturas lisas que, combinados con la luz artificial y natural, amplían visualmente los interiores y brindan mayor calidad al espacio. Por otra parte, fueron aprovechados los desniveles originados por los plafones para integrar los equipos de aire acondicionado con difusores lineales, de alta eficiencia. Todos estos aspectos dieron por resultado secuencias de mayor calidad, mejor comunicación y espacios más agradables y funcionales para los ocupantes.

La estructura
Como se anotó al inicio del reportaje, los cambios a la estructura original fueron mínimos, pues el proyecto estructural se sujetó a la premisa de respetar al máximo la construcción original del inmueble. Dicho proyecto fue desarrollado de acuerdo a las Normas Técnicas Complementarias del Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, el cual estuvo a cargo del ingeniero Vicente Lozano, quien comentó para Construcción y Tecnología que: “la importancia del concreto colocado en la obra, tratándose de una obra tan representativa para el gremio, la calidad, resistencia y durabilidad del mismo, fue un aspecto fundamental, pues demuestra la calidad de construcción que puede lograrse a nivel regional”.
De acuerdo a las características regionales de esta obra y en relación al uso del concreto en los diferentes sitios, fue utilizado concreto normal, con una resistencia de diseño igual a 200 kg/cm2 a compresión, con acabado rústico en pisos para semejar la piedra caliza tan característica del lugar.
Por su parte, en la sala de juntas y la gerencia fueron coladas algunas trabes como ampliación a la estructura de concreto cuyos procedimientos de colado fueron los tradicionales. En cuanto a las pruebas de calidad realizadas al concreto fueron las convencionales que consisten en la verificación de las resistencias de diseño de concreto a compresión.
Referente a los agregados utilizados, éstos fueron del tipo calizo, característicos de Yucatán. Finalmente, cabe informar que el proyecto estructural no sugirió aditivo especial alguno.

  El arquitecto sin modas

Emilio Ambasz nació en Argentina en 1943; obtuvo el grado de Maestro en Arquitectura en la Universidad de Princeton, donde se destacó como profesor del área de Proyectos. A mediados de la década de los setenta, su sentido crítico lo llevan a que un grupo de catedráticos lo seleccionen como curador del Departamento de Arquitectura y Diseño del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Cabe decir que este personaje es quien da a conocer en el plano internacional al maestro Luis Barragán, a través de una gran exposición y libro que realiza en torno a la obra del maestro jalisciense. A partir de esas fechas comienza a generar obras donde la sustentabilidad es la principal restricción estilística y espacial; fundamenta su visión del espacio haciendo uso de concreto, acero y materiales locales demostrando que puede manejarse la arquitectura verde a nivel global y sin restricciones.

Zona de cursos
La ampliación del área de cursos incluyó un patio para la realización de eventos y así complementar la impartición de los mismos. El resultado fue una reinterpretación contemporánea de la tradicional arquitectura maya, tan característica del inmueble, mediante el diseño de un elemento en talud realizado con nuevos materiales que evoca aquella arquitectura.
Dentro, de los salones de cursos de cómputo, la solución integró propuestas de isóptica, acústica y lumínica, que permiten un mayor confort para los usuarios. Por otra parte el diseño de los pasillos, integró zonas de descanso que le conceden variedad al recorrido. En el área de estacionamiento se logró aumentar el número de cajones disponibles.

El toque final
También el equipo de trabajo fue modernizado. En este sentido, Tuffy Gáber Flores –presidente de la CMIC Yucatán– señaló que fueron instalados sistemas de internet inalámbrico, mobiliario, equipo y un nuevo sistema eléctrico en todas las áreas del inmueble, entre otras mejoras. Agregó que la remodelación se logró gracias al apoyo de los socios, proveedores, directivos nacionales y de mucha otra gente.
Concluidos los trabajos de remodelación, ampliación y modernización —cuyo costo ascendió a 10 mdp—, el conjunto además adquirió mayor presencia urbana.