En agosto pasado se dio el cambio de estafeta de la directiva del ACI,
en su sección Centro y Sur de México, por lo que Construcción
y Tecnología charló en exclusiva con su nuevo presidente,
el ingeniero Felipe Gómez Sánchez, para conocer algunos
pasajes de su trayectoria profesional y los objetivos específicos
de su gestión.
El ACI, dice el directivo, siempre se ha caracterizado por ser una institución
que promueve los programas de certificación de los profesionales
de la construcción; sin embargo, durante el año que estaré
al frente del organismo trataré de ampliar el abanico de posibilidades
en materia de capacitación en torno al concreto. Para ello, señala,
se creará la “Clínica del concreto”, un servicio
que se proporcionará a través de Internet y que tendrá
como fin resolver todo tipo de dudas relacionadas con este tema.
Gómez Sánchez formó parte de una generación
por demás emblemática, la 1968-1972, de la Escuela Superior
de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico
Nacional (IPN). En esa época, el joven profesionista empezó
a trabajar en el Emisor Central, el cual fue creado con la finalidad
de manejar el agua pluvial de la Ciudad de México. Posteriormente,
laboró en la planta de Concretos de Alta Resistencia y de allí
ingresó a una empresa de supervisión de obras en el Estado
de México, lo que le permitió ser testigo de la construcción
de la infraestructura de lo que hoy se conoce como Ciudad Azteca y Valle
de Aragón, zonas limítrofes del Distrito Federal con el
Estado de México.
“Un día vi un anuncio en el periódico en el que
solicitaban personal para trabajar en el Laboratorio Nacional de la
Construcción, y acudí a una entrevista con el ingeniero
Marco Faradji. A partir de entonces empecé a desarrollar diferentes
pruebas de laboratorio e incursioné en el área de ventas
técnicas y en los rubros de concreto, terracerías, acero
de refuerzo, pavimentos, etcétera. Después, en 1979, ingresé
a la Asociación Metropolitana de Concreto Premezclado, y luego
de un año de trabajar allí acepté la oferta para
hacerme cargo de la jefatura de Laboratorio de Concretos de Alta Resistencia.
A partir de 1994 me desempeño profesionalmente como gerente técnico
de la Asociación Mexicana de Concreto Premezclado (AMIC), y hoy
me da mucho orgullo representar los intereses del ACI, Centro y Sur
de México”, afirma.
El ingeniero Gómez Sánchez sonríe tras expresar
la última frase y, como si debiera ratificar el placer que le
proporcionan las labores que desempeña, cuenta que toda su vida
ha tenido retos y que ha salido avante de ellos gracias al deseo de
ampliar sus conocimientos. “He tenido que vencer grandes obstáculos,
pero también he tenido el privilegio de interiorizarme, cuando
menos operativamente, en el trabajo que realizan las empresas premezcladoras
de México, algo que no es fácil de lograr. Así,
he podido entrar a todas esas casas en misiones diferentes. Tengo muy
buenos amigos en todos lados y cuando se me requiere para algo allí
he estado. Me encanta mi profesión, a tal grado, que mi esposa
se pone muy celosa de ella”, afirma al momento de reír
de buena gana.
Evolución
Es un hecho que en tan sólo tres décadas la situación
de la industria de la construcción, y específicamente
la que tiene que ver con el concreto, se ha modificado ostensiblemente.
Antes no había tantas categorías como ahora, dice el directivo:
“El concreto se manejaba por resistencias y por ciertas especificaciones,
como los tamaños máximos, el revenimiento, el tipo de
cemento y el uso o no de aditivos. Realmente se marcaban en los proyectos
las cualidades y los requisitos de acuerdo a los planos estructurales,
y en base a eso se fabricaban los concretos. “Todo se hacía
de acuerdo a la resistencia a la compresión, que es como básicamente
se vendía el concreto, y claro, con la modalidad de si era tirado
a suelo o si se trataba de concreto bombeable”, explica. “La
diversidad de concretos que existen hoy día les permite a los
arquitectos dar rienda suelta a su imaginación –comenta
el entrevistado– por lo que el ingeniero debe encargarse del trabajo
rudo, el relacionado con el cálculo. No obstante, hoy día
es sumamente importante hablar de los costos porque ello determina en
gran medida la popularidad de un concreto”.
“Esto es perfectamente claro –apunta el ingeniero Gómez
Sánchez– ya que un concreto translúcido, por ejemplo,
cuesta 19 veces más que uno convencional, y ello impide que se
ponga de moda; sin embargo, es importante que exista esa gama de concretos
porque en determinado momento sabemos que están allí y
podemos utilizarlos”, afirma.
Lo que viene
El ingeniero Gómez Sánchez ha procurado estar al día
en todo aquello que se refiere a su área de trabajo, lo que incluye
su participación en las diferentes directivas del ACI del último
lustro. La diferencia es que ahora, desde la posición de la presidencia,
“debo estar más interiorizado con las necesidades de la
asociación y quiero impulsar que sea autosuficiente”, asevera.
Además, el ACI ha hecho del último jueves de cada mes
un día especial, toda vez que organiza una jornada en la que
se plantean temas de actualidad para todos sus miembros. Sin embargo,
el ingeniero Gómez Sánchez ha detectado que sería
importante organizar ciertos actos que tuvieran mayor repercusión.
De allí que sea el precursor del Primer Encuentro de Universidades,
un foro en el que los estudiantes de instituciones de educación
superior podrán intercambiar puntos de vista con ponentes de
reconocida trayectoria dentro del ámbito de la ingeniería.
El presidente del ACI está convencido de que este escenario será
el adecuado para difundir el conocimiento que se genera en la academia,
pero también una manera de crear un espíritu de competencia
positivo entre las escuelas privadas y públicas de todo el país.
Apenas comienza la planeación de este proyecto, por lo que habrá
que estar atento a la convocatoria correspondiente.
“Quisiera hacer muchas cosas más –dice el entrevistado–
pero mi gestión sólo dura un año y por ello no
es bueno prometer”. Sin embargo, el presidente del ACI no duda
en ningún momento en ofrecer la ayuda de la institución
que comanda a todas las empresas ligadas al concreto. Las puertas están
abiertas para todos los interesados, especialmente los estudiantes,
apunta, “porque las universidades mexicanas forman magníficos
cuadros de ingenieros, a los cuales se les debe dar las oportunidades
necesarias para que puedan cimentar una buena trayectoria. Recuerdo
que cuando yo estudiaba la mayoría de los profesores enseñaban
temas de concreto basados en la teoría, y hoy se repite la historia
en muchos casos. Lo que deberíamos de hacer es llevar al estudiantado
a las obras para que perciban la realidad, y hacer algo para que también
entiendan la parte relacionada con la normatividad, con la ecología,
e incluso con el desarrollo personal, porque es bien sabido que a los
ingenieros les cuesta mucho trabajo expresarse y dejar de ser introvertidos.
Todo esto impedirá que se los baile el maestro… el maestro
albañil”, concluye.
|
Acérquese al ACI |
Calle 23, #22 interior H,
colonia San Pedro de los Pinos, México. DF.
Teléfono: 55 63 18 44
Fax: 15 18 11 69
Mail: acicdmexico@prodigy.net.mx
Atención: Lic. Celina Ortega.
|