La ventaja más sobresaliente en el empleo de
concreto premezclado es la garantía de su producción en
cuanto a las propiedades mecánicas del material, avalado no sólo
por un riguroso control mediante continuas pruebas realizadas sobre
el producto final, sino que además se realizan diferentes controles
de los componentes, a través de un tratamiento estadístico
de los mismos, y la capacitación permanente del personal involucrado
en dichas tareas.
Control de componentes
Todo proveedor de concreto premezclado antes de decidir el uso de una
fuente de agregados pétreos, debe determinar sus diversas características
físicas, como: peso específico, absorción, humedad
y composición granulométrica. Luego de ser aceptados,
se debe continuar con ensayos periódicos para volver a evaluar
que esas mismas características perduren al recibir nuevos materiales
y asegurar la homogeneidad del concreto durante todo el proceso de elaboración.
Su almacenamiento se ha de realizar con métodos adecuados para
que no se modifiquen las propiedades indicadas. Los controles periódicos
sobre la humedad de los diferentes agregados que intervendrán
en la preparación del concreto son muy importantes para considerar
la posible modificación de la relación agua-cemento que
interviene en forma directa sobre la resistencia del concreto.
El cemento también se controla mediante ensayos
normalizados referentes a la finura, resistencia a la compresión,
tiempos de fraguado, etc., y con menor frecuencia se realizan análisis
químicos dado que, en la actualidad, se trata de un material
debidamente controlado por la industria del cemento y que es respaldado
por un protocolo de calidad. En el caso de que se decida emplear aditivos
químicos, se realizan ensayos en los laboratorios de planta,
lo que permite efectuar la mejor elección y dosificación
de los mismos de acuerdo con la mezcla de cemento y agregados que se
vaya a emplear.
Concreto y vida útil
El concreto es un material que presenta la particularidad de que puede
ser realizado en cualquier lugar y de cualquier manera, pero se debe
tener bien en claro que de la forma de ejecución, del control
de los materiales, de su colocación y curado, depende la calidad
futura de la estructura de concreto en toda su vida útil. El
concreto es uno de los pocos materiales o productos que no son almacenables;
por lo tanto, no se puede producir y mantener para comprobar su calidad
antes de ser utilizado en la obra (con excepción de los elementos
prefabricados).
Esto requiere un cuidado extremo en la selección de las materias
primas antes de su utilización y en los criterios de elaboración.
Dosificación por volumen
Si se mezclan con pala o con revolvedora uno o dos sacos de cemento,
agregados pétreos, arena y algunas cubetas con agua, se obtiene
concreto. A este material preparado en obra solamente se le puede exigir
una resistencia acorde a estructuras de menor importancia con resistencias
a la compresión bajas. Pero si hablamos de estructuras complejas
y con requerimientos especiales debemos de alguna manera apuntar a un
eficiente control de la calidad, resistencia y durabilidad. Muchas veces
se cree que un determinado consumo de cemento por metro cúbico
de concreto asegure una resistencia a la compresión especificada
en el proyecto. Pero esto, generalmente, trae aparejado un elevado contenido
de cemento en detrimento de la seguridad que proporciona un buen estudio
y control de la dosificación más adecuada para ese concreto
que permite, seguramente, optimizar su costo.
Dosificación por peso
La dosificación del concreto premezclado se realiza siempre por
peso en las plantas premezcladoras. El operador de la planta recibe
del personal del laboratorio las dosificaciones finales con las que
debe trabajar, cuyos contenidos están dentro de los límites
establecidos por las normas en vigencia, determinando la humedad de
los materiales y garantizando de esta manera una proporción adecuada
de agregado grueso y fino, lo que redundará en un concreto más
homogéneo, cohesivo en estado plástico y más durable
en estado endurecido. Las balanzas de reloj y las celdas de carga que
se emplean como sistema de pesaje de las plantas dosificadoras se revisan
y calibran periódicamente, quedando siempre una constancia de
dicho procedimiento. Las cantidades utilizadas en cada entrega quedan
registradas en el parte de carga emitido por el sistema de automatización,
con el objetivo de revisar que realmente se emplearon las cantidades
indicadas en las dosificaciones y llevar adelante el control de stock
de los inventarios.
Uno de los aspectos más destacables en la producción de
concreto premezclado es el elemento humano. Las empresas premezcladoras
ponen especial atención en la capacitación y experiencia
del personal encargado de manejar la planta, teniendo éste por
lo general muchos años de experiencia en el medio. Es así
que el encargado conoce a simple vista la trabajabilidad y cohesión
del concreto que está produciendo, y junto con el responsable
del laboratorio de la planta realizan los ajustes adecuados, si son
necesarios, para no alterar el contenido de cemento y producir un concreto
de calidad. El control de calidad sobre el producto terminado se realiza
de manera rigurosa mediante muestreos en la planta premezcladora o en
la obra misma, determinando primero el revenimiento, la trabajabilidad,
la cohesión y la elaboración continua de cilindros de
ensaye para determinar la resistencia a la compresión del concreto.
Con los resultados obtenidos de estas determinaciones se realiza un
registro estadístico para verificar la uniformidad y el cumplimiento
de las normas en vigencia de concreto premezclado (Normas NMX o ASTM).
Factores importantes
a) La ubicación de la obra, accesibilidad y relación con
el entorno urbano circundante.
b) Las clases de concreto y el propósito de
las estructuras.
c) Requerimientos técnicos.
d) Calidad.
e) Cantidad total a ser producida.
f) Tipo y tamaño de cada elemento estructural.
g) Disponibilidad de concreto premezclado en el ámbito local.
h) Programa.
i) Tipo de contrato, diseño y construcción, características
del cliente o constructor.
En una etapa siguiente, se debe tomar una decisión entre los
dos métodos, premezclado o hecho en obra, después de una
evaluación cuidadosa de las opciones comerciales y técnicas,
junto: con un programa de tareas práctico y eficiente.
Si se considera la opción del concreto premezclado, se debe realizar
un análisis de costos. Dependiendo del contrato, se deberá
tener en cuenta si se requiere el concreto, por ejemplo, fuera de los
horarios normales de trabajo, lo que obligará a incluir costos
adicionales, junto con las cargas por tiempos de espera y de carga.
Para el caso del concreto hecho in situ, la preparación es más
onerosa y se vuelve más compleja. Comparada con la opción
del concreto premezclado, una cantidad similar de material necesita
todavía ser transportada por carretera. Sin embargo, el número
de viajes se puede reducir sustancialmente si el material adecuado cumple
las normas respectivas y se puede disponer localmente. Los transportes
de agregados pueden ser despachados fuera de las horas pico, evitando
el tráfico y, con ello, las demoras.
Problemas que se pueden presentar en la preparación
del concreto en obra
a) Reducción de la durabilidad.
b) Agrietamientos.
c) Variaciones de la resistencia a la compresión o flexión.
d) Segregación de los materiales componentes.
e) Falta de continuidad en el elemento estructural.
f) Importantes contracciones.
g) Aumento en la permeabilidad.
h) Aumento en el sangrado.
i) Riesgo en la estabilidad de la estructura.
j) Reducción de la capacidad de adherencia con el acero de refuerzo.
k) Reducción o variación del módulo de elasticidad.
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Un poco de historia |
En 1872 el ingeniero Deacon expresó que el concreto
premezclado, preparado especialmente para ser empleado directamente
en la obra sería una gran ventaja para la industria de
la construcción. Y así nació la idea del
concreto premezclado.
Ese mismo año se estableció en Inglaterra la primera
planta de concreto premezclado en el mundo. Se continuó
en Alemania en 1903, Estados Unidos en 1913, Dinamarca en 1926,
Noruega y Suecia en 1937, Australia en 1939, Islandia en 1943,
Holanda en 1948, México 1950, Bélgica en 1956,
Finlandia y Sudáfrica en 1958, Austria en 1961, Italia
en 1962, Israel en 1963 y en Argentina en 1964.
Referencia: Asociación Argentina
del Hormigón Premezclado.
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Ventajas del concreto premezclado
a) Considerables avances en la tecnología y el equipamiento.
b) Adecuado control de calidad sobre
el concreto suministrado.
c) Provisión de materiales componentes con pesadas controladas
y precisas.
d) Posibilidad de suministro las 24 horas.
e) No se requiere espacio de almacenamiento para los agregados y el
cemento en la obra.
f) Eliminación de desperdicios o fugas de materiales.
g) Menor control administrativo por el volumen y dispersión de
compras de agregados y cemento.
h) Mayor limpieza en la obra, evitando multas por invadir frecuentemente
la vía pública con los materiales.
i) Asesoramiento técnico especializado sobre cualquier aspecto
relacionado con el uso o característica del concreto.
j) La máxima experiencia trasladada al producto y puesta al alcance
del usuario.
k) Conocimiento real del costo del concreto.
I) Mayores velocidades de colado y por consecuencia un avance en la
terminación de la obra.
m) Reducción de colados suspendidos, ya que el productor normalmente
cuenta con más de una planta premezcladora.
n) Disponibilidad de bombas de concreto para concreto bombeado.
Servicios de la industria del concreto premezclado
El concreto premezclado es más que un producto; es un paquete
completo de servicios y proporciona un conjunto importante de beneficios
al usuario, sea contratista, director técnico o propietario de
la obra. Como son tantas las variables involucradas en el producto concreto,
hay muchas condicionantes para producir un
concreto de calidad, por lo que debe considerarse a la producción
de concreto premezclado como un servicio complejo y de carácter
dinámico que tiene que ser realizado por especialistas.
El concreto premezclado es un material a entregarse en un sitio determinado
que debe llegar con la frecuencia estipulada a su destino y con la calidad
adecuada, que es producto del resultado de la logística propia
del proveedor.
Regresando al inicio de este artículo, si la
intención es comparar el concreto premezclado con el hecho in
situ es importante destacar que no sería del todo adecuado hacerlo
sólo desde la suma de costos de los materiales componentes, pues
existen muchos otros elementos a considerar, que al ser tenidos en cuenta
dan como único resultado que el concreto hecho in situ es en
definitiva mucho más oneroso que el concreto premezclado. El
servicio de la industria del concreto premezclado establecido formalmente
no sólo otorga la facilidad de tener volúmenes importantes
en un determinado momento sino que además, detrás de cada
entrega, hay detalles complementarios al servicio que son motivo de
una preparación y cúmulo de experiencias importantes.
Referencias:
Asociación Argentina del Hormigón
Elaborado.