Ollas, sapos y hormigoneras

Antonieta Valtierra
Foto: Maquirent.

Para hablar de trabajo duro, qué mejor que hacer referencia a algunos equipos indispensables en la industria de la construcción.

   

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Con la febril actividad de construcción que se lleva a cabo en la Ciudad de México, que va desde la vivienda hasta obras de infraestructura de la importancia del Circuito Interior, no es nada raro compartir los conflictivos espacios urbanos de circulación con los camiones transportadores de concreto, mismos que familiarmente son conocidos como: ollas, mezcladoras, revolvedoras, sapos y, en otras latitudes, hormigoneras.

De camiones a camiones
Dependiendo del rudo trabajo para el cual están diseñados, los camiones se crean en torno a un armazón resistente; es decir, del chasis, al que se suman un marco estructural, una cabina y la plataforma para el transporte de carga. En este sentido, hay camiones de variados tamaños y distintas capacidades que van desde los pick up, hasta los enormes trailers que solemos ver en las autopistas, así como los imponentes “todo terreno”, de 200 toneladas. La tecnología de los camiones se ha especializado y ha tomado en sus diseños las características propias del trabajo a realizar, como es el caso de los que transportan el concreto premezclado, cuya pieza distintiva está representada por la olla giratoria.

La rotación de la olla, cuya finalidad es la de mantener el concreto en movimiento para retrasar su fraguado y lograr homogeneidad en la mezcla, se logra gracias a que se monta sobre un eje inclinado que a su vez se fija en el bastidor de la plataforma de carga. Es imdeportante señalar que la olla en sus paredes interiores tiene soldadas unas palas que cuando giran en el sentido de las manecillas del reloj, ayudan en la mezcla del concreto mientras que al moverse en sentido contrario expulsan el material.

Comunicación… y más comunicación
Debido a la especialización del trabajo, las empresas que manufacturan las ollas mezcladoras son distintas a las que fabrican camiones. Para conocer más sobre los requerimientos de los camiones transportadores de concreto premezclado, Construcción y Tecnología entrevistó a Carlos Pardo García, a Javier Sánchez Castañeda y a Joaquín Iñiguez Arroniz, Director Nacional de Ventas, Gerente de Producto S.S., y Director de Mercadotecnia respectivamente de la división de Navistar de México SA, perteneciente a la firma International.
A decir de los entrevistados, International –empresa estadounidense– es fabricante del chasis sobre el cual se montan los equipos seleccionados por el cliente y es líder en segmentos que incluyen tractocamiones para servicio severo. En México, su planta –localizada en Escobedo, Nuevo León–, es la más importante del grupo, la más moderna y la más grande de Latinoamérica. Ahí se fabrican todo tipo de camiones, incluso los dedicados a exportación que se realiza a Estados Unidos, Centro y Sudamérica, lo que la ubica como una importante generadora de mano de obra, así como importante cliente de productores nacionales y de derrama de generación de tecnología para la industria mexicana.

Con seis años de presencia en México, seis de cada 10 camiones que se venden para servicio severo pertenecen a la firma, lo que equivale a tener una participación del 60% del mercado nacional, amén de ser
considerados líderes nacionales del ramo. En camiones para ollas, con un lote estimado superior a las mil unidades su principal cliente es CEMEX, así como las empresas Cruz Azul, PCM, Lacosa y Grupo Moctezuma. Por su parte, Holcim Apasco está considerado un cliente objetivo de la marca.

  Una empresa mexicana bombeadora de concreto

Seceyco es una compañía especializada en el bombeo de concreto para cualquier tipo de obra, opera en México, Chile y Panamá. Este año cumple 30 años en el mercado. Entre las obras importantes en las que ha intervenido se encuentra Torre Mayor. A la pregunta de ¿qué variaciones ha tenido el bombeo de concreto en los últimos años? Responden: “La tecnología Seceyco para el bombeo de concreto ha tenido una variación en los últimos 30 o 40 años, obviamente todo tuvo un
inicio muy básico hasta llegar a la tecnología de punta alemana con la actualmente operamos”. Cabe decir que las marcas que usan son Putzmeister y Schwing. Las diferencias principales entre una y otra radica en sus componentes electrónicos; la primera es más sofisticada en tecnología y refacciones. Sus equipos de bombeo se dividen en dos grupos: bombas estacionarias y bombas pluma. Del primero, hay bombas chicas, medianas y grandes, su alcance y su capacidad de bombeo depende de los metros cúbicos por hora. En las bombas tipo pluma, su alcance también depende del tamaño y capacidad de bombeo de los metros cúbicos por hora. Las bombas estacionarias son para bombear concreto en edificios, como lo hicieron en la Torre Mayor donde se usó una Putzmeister modelo BSA2109 con capacidad para llegar a alturas de más de 226 metros en vertical.

“Desde el primer momento, el trabajo de ensamble y adaptación requiere de una constante comunicación y colaboración entre los fabricantes de los camiones y los carroceros –explica Carlos Pardo– y nos es claro que, si bien dependiendo de su tamaño y la capacidad, la olla es la que se tiene que adaptar al camión; el cliente no debe tener problemas”. Cabe decir que entre las principales marcas de ollas que se encuentran disponibles en el mercado mexicano están: Odisa (fabricante nacional), McNeilus, Continental, Schwing y London Machinery. “Los camiones se automatizan deportante pendiendo de la complejidad de lo solicitado –comenta Pardo–; se pueden equipar con transmisiones automáticas, o con la más usual, que es la transmisión estándar. Es importante mencionar, entre otras, dos ventajas de nuestros camiones: el sistema eléctrico multiplexado y la electrónica”. El sistema multiplexado, tecnología que International incorporó a este tipo de camiones en 2001, hace posible programar y automatizar distintas actividades de la olla desde el camión. El multiplexado sustituye a una gran cantidad de cables, gracias a que el mando lo ejerce un cerebro computarizado. Así, el sistema trasmite señales, manda potencia de encendido a los focos; diagnostica si hay una luz apagada o si algún aparato no está funcionando correctamente. En suma, simplifica el sistema de diagnóstico del motor e incluso favorece que el diseño del arnés que corre sobre el chasis sea muy delgado, limpio y de fácil mantenimiento.

“Todos los vehículos del tipo de carga –detalla Joaquín Iñiguez– pueden tener avances tecnológicos, pero el nivel de electrónica que hemos incorporado tanto del motor como en el sistema multiplexado en nuestros productos, hasta ahora, son los más avanzados, y los distinguen como ‘camiones inteligentes’ a los cuales es fácil poner un equipo aliado, conectarlo y controlarlo en la operación, condiciones que repercuten en la seguridad”. “El tiempo de vida de un camión es difícil decirlo pues depende de la aplicación, del uso, de la ruta, y del hábito de manejo. Sin embargo, en términos generales, nuestros camiones, –dice Iñiguez–son los que más duran. Existe una mayor resistencia torsional en el chasis; incluso puedo decir que en los acabados del chasis para las aplicaciones de servicio severo somos los únicos que les ponemos pintura epóxica en ciertas partes. También somos los únicos de la industria que ofrece de línea la pintura bicapa Axo Novel que hace posible quitar el grafiti”. En cuanto a la cabina, también es sometida a un complejo proceso de manufactura que culmina con la pintura epóxica.

Las ollas
La fabricación de las ollas y mezcladoras de concreto es una especialidad distinta y London Machinery, firma fundada en Canadá en 1905 y cuyas actividades en México iniciaron en el 2000, es una empresa que domina. Fabrica mezcladoras de concreto de 3.5 metros hasta 15m³ siendo la más común la de 8m³. De acuerdo a los requerimientos del cliente, éstas pueden ser montadas sobre los camiones de las marcas International modelo 7600, Kenworth modelo T800SH, Freightliner M112 y Volvo Mack Granite.

Entre las ventajas tecnológicas que esta empresa ofrece se encuentra el Londox, una aleación especial de acero, alta en manganeso y baja en carbón hecha sólo por la empresa y que constituye el material del que están hechas las ollas mezcladoras de concreto, y que fue resultado de una investigación realizada por la empresa en colaboración con la universidad de Canadá para encontrar un material único y exclusivo, capaz de resistir la alta alcalinidad a la que los contenedores de acero están expuestos por el continuo contacto con el cemento y el agua. Dicha aleación es más resistente a la corrosión y a la abrasión que un acero AR-200, tiene una duración de aproximadamente un 20% más que los aceros comunes y, en conjunto con las aspas interiores de la olla en forma de “T”, permiten sacar el concreto con un mínimo de desperdicio.
  Cortadora de concreto

La cortadora JOPER modelo Super sirve para hacer cortes en calles de concreto o asfalto. Esta cortadora cuenta con una guarda de disco con capacidad máxima de 16”. Admite discos de hasta de 16” ya sean de diamante o de pasta. Con su tanque de 40 litros de agua integrado al chasis. En cuanto a tecnología, su flecha está sostenida por doble chumaceras las cuales aseguran una alineación exacta al piso. También cuenta con nivel de profundidad lo cual permite asegurar la profundidad de corte. El modelo Super tiene más de 40 años en el mercado; sin embargo al paso del tiempo se le han incorporado distintos avances. La última serie cuenta un tanque metálico de agua con capacidad de 40 litros integrado al chasis, esto asegura el tanque siempre esté disponible.

Al fin de la jornada, las ollas limpias
Al terminar la descarga de concreto, es imprescindible realizar una primera limpieza. Para ello el camión suele llevar un depósito de agua con el mecanismo apropiado para que salga por una manguera a cierta presión. Una segunda limpieza se realiza al final del día cuando el camión-revolvedora llega a la planta con el sobrante en el fondo de la olla, compuesto por los restos de concreto y el agua de lavado de las aspas (aproximadamente 50 litros). En planta, el operador deberá cargar 150 litros de agua y una dosis de aditivo estabilizador de hidratación, y poner la olla en operación durante tres minutos a razón de 12 a 15 revoluciones por minuto en sentido de carga y descarga, por lo menos cinco veces, de tal forma que también se limpien la parte superior del depósito y las aspas. Finalmente, el camión es guardado sin descargar el agua de lavado y al día siguiente se deberá descontar de la mezcla de concreto los litros del agua que contenga el camión. Para una limpieza más profunda, puede realizarse un proceso con 500 kilogramos de agregado grueso cada 15 días. En el caso de que se transporten concretos con contenidos altos de cemento (superiores a 400 kg) se recomienda hacer este proceso de lavado con el agregado.

La seguridad
Cada vez que un camión circula por el lugar de trabajo, es indispensable dedicar un obrero a la vigilancia de la ruta que el vehículo seguirá, la cual debe estar libre antes de que éste se ponga en marcha, sobre todo si lo hace hacia atrás. Los camiones deben ser conducidos con prudencia especialmente en terrenos con mucha pendiente, accidentados, blandos, resbaladizos o que entrañen otros peligros. Para el mantenimiento deben seguirse las siguientes normas: seleccionar las herramientas manuales adecuadas, cerciorarse de que se encuentran en buen estado y hacer el debido uso. Cuando se utilizan pistolas de engrase a presión nunca se deben colocar las manos frente a las toberas de salida.

En la lubricación de resortes mediante vaporización o atomización el trabajador permanecerá alejado del chorro de lubricación procurando en todo momento no dirigirlo a otras personas. Cuando se haya fraguado el concreto de una olla por cualquier razón, el operario que maneje el martillo neumático deberá utilizar cascos de protección auditiva de forma que el nivel máximo acústico sea de 80 dB. c