Una aurora en concreto

J Gregorio B. Mendoza
Fotos: Cortesía Daniel Pérez
Gil Arquitectos
(Héctor Armando Herrera)


Mitológicamente contemporáneo, un edificio proyectado por Daniel Pérez-Gil abre las puertas al sol (Helios) para que éste haga su recorrido vital a través de cada espacio; así lo realiza día a día en una carroza de luz Eos, (diosa de la aurora en la mitología griega), y Eos es el nombre del conjunto arquitectónico.


Página 1 de 1

Con una interesante trayectoria en el ámbito de la arquitectura, Daniel Pérez- Gil (Ciudad de México, 1967), ha demostrado un serio compromiso por otorgar espacios de calidad excepcional, donde además de satisfacer las necesidades fundamentales es posible reconocer diversos vínculos que permiten el deleite del usuario por la diversidad de formas, materiales y tipologías. Construcción y Tecnología se congratula en presentar el proyecto Eos Acapulco, un edificio de doce departamentos que requirió tres años para ser concluido. Los resultados son claros y, por tanto, puede considerarse un ejemplo valioso de arquitectura habitacional con identidad y carácter propios.

Antecedentes
El equipo de proyecto define claramente lo que fue la base fundamental para comenzar a trabajar en esta obra: “La idea fue desde un inicio poder realizar el desarrollo más exclusivo y con mayor número de valores agregados de la zona”. Una libertad total permitió que el proyecto cumpliera con estas expectativas, dentro de las cuales el contexto natural de la zona adquirió una importancia mayor al ser considerado en todas las fases del proceso de diseño. El arquitecto explica que, “se tuvo la ventaja que la encomienda comenzó desde la búsqueda el terreno (12,000 m2), el cual se pretendía que contara con ciertas características topográficas que beneficiaran la visual, sus vialidades, la vegetación, orientación, y por supuesto, que todos estos factores se volvieran cruciales para definir el concepto y el proyecto en su totalidad. Hubiera sido imposible llegar a este resultado haciendo de lado alguno uno de los factores antes mencionados, pues son éstos los que logran una integración absoluta del proyecto a nivel interior y en la zona sobre la cual se desplanta”.

.
Al ser Acapulco una zona vacacional, se requerían principalmente tres puntos a desarrollar: áreas privadas, amplias, con buena capacidad de alojamiento, por lo que se plantearon departamentos con cuatro y cinco recámaras; áreas semi-publicas dentro de los departamentos con suficiente espacio y sus amenidades que motivan la creación de amplias terrazas o canales de nado privados, así como sala y comedor integrados a éstas y, por último, excelentes áreas públicas en el exterior con un diseño integral del área de albercas y terrazas, donde éstas mismas fusionan con las áreas de jardines, pádel tenis y gimnasio

El conjunto se integraría por dos torres: Torre Aire, con ocho departamentos con un promedio de 500 m2, y Torre Brisa con los cuatro restantes, desde su posición privilegiada de contemplar el horizonte del océano pacifico mexicano. Pero cuando todos construyen hoteles y desarrollos para una gran ocupación y rentabilidad, ¿por qué Eos se perfila con una densidad baja? Daniel Pérez Gil de Hoyos, nos responde: “Esto forma parte de la estrategia comercial de otorgar un proyecto exclusivo en su totalidad, en donde no se escatimó en otorgar áreas verdes, pues en un terreno como este sólo se desarrollaron doce departamentos y se comprobó que existe un nicho de mercado que busca esta solución y con este proyecto lo pueden encontrar”.

Además, agrega que, desde el momento de concebir Eos como un proyecto de estas características se desarrolló paralelamente todo un discurso con el proyecto “definiendo valor”, por lo que todo giró en torno a diversos conceptos, los cuales se resumen en: plusvalía, exclusividad, servicios, reserva verde, seguridad e innovación.

Construyendo una joya
El predio se ubica dentro del fraccionamiento Real Diamante, el cual presenta una pendiente pronunciada; situados prácticamente en una montaña surgieron varios imprevistos como el control del cauce natural del agua en ella, o la existencia de una serie de rocas de más de tres metros que se encontraban en el terreno, y que jugaron un papel importante posteriormente en el diseño de los jardines. Sin embargo, son este tipo de cosas las que no necesariamente representaron problemas para el despacho: “pues la idea en la arquitectura y la construcción es que estos puntos se pongan de nuestro lado, no en contra nuestra; también de ahí depende el éxito del proyecto al utilizar los elementos del lugar y el correcto aprovechamiento de ellos como recursos”, comentaron los involucrados en el proyecto.

Tardó tres años en realizarse, y a lo largo de este tiempo se fueron incorporando los avances de la zona al proceso de obra establecido, con ello se facilitó que el edificio se proyectara hacia el mar, teniendo como fondo natural un muro de contención de rocas con más de cuatro niveles de altura, el cual en su punto más alto contiene el acceso vehicular y un puente que comunica a la azotea del edificio donde podemos encontrar diversas tensoestructuras que enfatizan lo sutil y dinámico del proyecto. Un material acentúa su presencia: el concreto aparente.

Los proyectistas, enfatizan a CyT que este material “tiene la capacidad y la virtud de adaptarse a casi cualquier tipo de formas y resistencias por lo que desde un inicio se propuso el uso del concreto como principal material constructivo; además, que al ser aparente nos iba a otorgar un aspecto fresco, aliándose a nosotros contra elementos naturales como la corrosión”.

En esta obra se contempló 95% del sistema estructural a base de concreto y sólo un 5% de acero. Pero ¿por qué se siguió este criterio? Por tres razones: la primera, por sus capacidades de carga y comportamiento sísmico en un territorio demandante como lo es Acapulco, se garantizaría seguridad absoluta en las soluciones estructurales que, dicionalmente aportarían libertad formal a la arquitectura de audaces volados y terrazas. La segunda, con el mismo material lograrían –por su apariencia– convivir perfectamente con el exterior y el esquema estético propuesto sin importar las variables de clima o humedad. La tercera, por el bajo mantenimiento que requiere.

En estos casos, el concreto es el único material que satisface estas premisas, por lo que resultó la solución ideal para el proyecto. Hablando en términos constructivos el material simplificó algunos procesos, por ejemplo, el de cimbrado: “Se requería un ahorro en esta partida, y no sacrificar una vista espectacular, por lo que la modulación de las fachadas se dio con base en las hojas de triplay (4´x 8´), que al mismo tiempo coinciden con la altura del entrepiso, haciendo solamente ajustes para el área de las losas, por lo que aprovechando la modulación de los moños al momento de cimbrar, se optó por tenerlos a cada 60 cm, para lograr así un modulo maestro en toda la fachada de 60 x 60 cm”.

La decisión de habilitar madera en vez de acero para la cimbra le otorgó una singularidad a los elementos arquitectónicos, ya que se matizó la fisonomía final del concreto otorgándosele una textura singular. “Es por eso que el concreto nos parece un material con posibilidades ilimitadas, siempre y cuando sepamos explotar sus características”, afirma Pérez Gil.

Pero no sólo eso, dentro del calendario de obra fue necesario formular una programación minuciosa ya que debido a la accidentada conformación del terreno los primeros colados fueron complicados al existir desniveles de hasta 25 metros que exigieron bombear la mezcla hasta el nivel requerido para la realización de los elementos estructurales. Si bien fue fácil realizar la cimentación al desplantarla sobre el estrato con mejor capacidad de carga, había que llegar en algunas etapas hasta 30 metros bajo el nivel de calle.
El icono indudable del conjunto fue, al mismo tiempo el área más complicada de construir; se trata del sistema de circulación vertical integrado por las escaleras y el elevador.

“La idea fue poder realizar el desarollo más exclusivo y
con mayor número de valores agregados”.

Un cuerpo casi monolítico, en el que se vigilaron arduamente los detalles de uniones y terminados para que cumpliera su función como un objeto funcional y de contemplación por su espíritu escultórico. Sin duda alguna, las soluciones parecen sencillas, pero no lo son. Fundamentadas en la congruencia y el análisis del contexto, Eos Acapulco comienza a marcar pautas importantes que pretenden ser imitadas. Dentro del escenario natural, esta joya del pacifico comienza a conquistar admiradores. c

  Datos de interés


• Arquitectura: Daniel Pérez-Gil Arquitectos.
• Colaborador en diseño de Proyecto: Sergio Reinoso Ochoa.
• Colaboradores en desarrollo de Proyecto: Armando Martínez Montes, Mario Torres Lara, Juan Antonio Fragoso.
• Propietario: Promotora Tres Palos S de RL de CV.
• Localización: Cerrada del arrecife lote 41 y 42, Fraccionamiento Real Diamante, Punta Diamante, Acapulco, Guerrero, México.
• Superficies de construcción: Terreno: 12,000 m2.
• Superficie construida: 6,200 m2.
• Colaborador en construcción: Pablo Rodríguez Ramírez.
• Concreto: F´c= 250 kg/cm2.
• Proveedor: CEMEX.
• Cimbra utilizada: Prefabricada de acero y madera habilitada en obra.