La interrelación entre el diseño arquitectónico y la edificación |
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Edificar significa fabricar o hacer un edificio, mandarlo construir,
mientras que diseñar es idear la forma concreta de algo. El fin último de
un diseño arquitectónico, desde un pounto de vista utilitario, debiera ser
terminar su construcción. Sin embargo, la historia de la arquitectura está
colmada de ejemplos de proyectos que nunca fueron construidos pero han
ejercido una profunda influencia en la edificación. Visionarios de su tiempo
como Boullée y Ledoux anuncian en el siglo XVIII en sus diseños muchas de
las innovaciones de la arquitectura de esta centuria. Las ciudades ideales
del Renacimiento, con su limpia traza regular, toman forma en la América
descubierta buscando materializar el sentir de la época. Con el mismo
objetivo, siglos después, Brasilia surge inspirada en las ideas urbanísticas
de Le Corbusier y actualmente la costa del Pacífico asiático transforma su
fisonomía pretendiendo convertir sus metrópolis en el modelo de urbe del
siglo venidero. Siglo de cambios El siglo XX se ha caracterizado por los grandes avances tecnológicos
que revolucionaron, entre muchas otras cosas, las industria de la construcción.
La aparición de n7uevos materiales tales como el acero y el concreto
reforzado abrió enormes posibilidades también al diseñador, con lo que se
generó un nuevo lenguaje arquitectónico que venía buscando tomar forma
desde el siglo precedente. Poder librar grandes claros sin tener apoyos
intermedios; proyectar edificios hacia el cielo cada vez más altos; desafiar
a los océanos con plataformas artificiales, son algunos de los retos que
constructores y arquitectos han logrado vencer gracias a la inquietud humana
de buscar nuevos medios que abran vetas en las diversas disciplinas de su
actividad. Esta búsqueda de posibilidades no se deriva exclusivamente del afán
de innovar sino también de la capacidad de observar las necesidades que
posee la sociedad y dar diversas respuestas a las mismas. Así, la Europa de
la posguerra requería espacios habitables que pudieran construirse en un
corto periodo de tiempo, con lo que la producción de casas en serie
planteadas en los esquemas de la ciudad industrial que ideara Tony Garnier
pocos años antes, tomaron forma y fueron desarrolladas por arquitectos como
Le Corbusier y Mies van der Rohe; el barrio Weissenhof de Sttutgard o las
unidades habitacionales de Marsella. El desarrollo de la tecnología de la
construcción hizo posible la rápida ejecución de las ideas progresistas
que dieron origen a la concepción urbana de este siglo próximo a tocar fin. Con el uso del
acero y el concreto se abrieron nuevas posibilidades estéticas para los
arquitectos que, como Mies van der Rohe, optaron por el lenguaje de la pureza
estructural con sus elegantes estructuras metálicas, mientras el concreto
toma diversas estructuras en la obra de Le Corbusier o teje rítmicas
estructuras en los diseños de Pier Luigi Nervi. Junto con otras figuras de
la arquitectura moderna, estos grandes arquitectos no sólo exploraron las
posibilidades estéticas de los espacios por ellos concebidos sino que
asimilaron los avances tecnológicos de su tiempo y supieron aplicarlos
dentro de su contexto socioeconómico. Las edificaciones definen la fisonomía de la ciudad Al momento de ser obra construida, la arquitectura transforma en mayor
o menor escala el contexto urbano. Esta centuria también ha presenciado el
cambio de escala de las urbes, producto de la explosión demográfica y del
proceso de inmigración del campo a la ciudad. La extensión territorial
existente en una ciudad determinada y sus características económicas han
dictado las condiciones de su crecimiento. Así, mientras en Asia las
ciudades crecen hacia arriba, en América Latina se desparramaron y en Europa
algunas se destruyen víctimas de la violencia y la irracionalidad humana y
otras se superponen a sí mismas tratando de conservar su escala humana.
Después del fracaso del llamado estilo internacional, cuya inserción en
contextos de lo más disímiles alteró significativamente la fisonomía de
las ciudades, la tendencia actual en el nivel mundial es aparentemente
recuperar de algún modo la habitabilidad de éstas realizando intervenciones
derivadas de un estudio profundo de sus características específicas. El
caos urbano que vivimos actualmente es el generador de ideas para la ciudad
futura. Cada región es un fértil campo de investigación para probar que el
ingenio humano lo mismo puede erigir costosos rascacielos que buscar esquemas
de diseños aptos para una economía débil sin que por ello carezca de una
propuesta estética. La era de la globalización Si la revolución industrial transformó el siglo XX, el microchip
tiene aún mucho que darle al siglo XXI. Diseños creados en el ordenador
pueden resultarnos fantasiosos en este momento. ¿Cuáles son los conceptos
visionarios de hoy que revolucionarán la construcción y planeación de los
espacios del futuro? Mientras éstos se materializan, las innovaciones tecnológicas
de la segunda mitad del siglo han modificado gradualmente los procesos de
diseño y construcción a los que cada vez se integran más especialistas
para su realización. En ésta, que también es la era de las comunicaciones,
la posibilidad de intercambiar ideas en una fracción de segundo de un
continente a otro hace factible la conformación de un equipo de trabajo con
sede en diversas partes del mundo. Arquitectos como Norman Foster, Renzo
Piano y Santiago Calatrava realizan proyectos en diversos puntos del orbe
coordinando grupos de trabajo multidisciplinarios a través de los medios de
comunicación existentes. Este nuevo campo de acción virtual apenas comienza
a ser explotado y es ya una de las principales herramientas que están
transformando a gran velocidad la actividad profesional del ser humano; por
lo tanto, su incidencia en el diseño arquitectónico y la edificación del
próximo milenio es inminente.
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Resumen El pensamiento se nutre de la realidad y ésta es a su vez modificada por aquél. Así, el proyectar y el realizar en términos de la construcción son dos actividades comunicadas entre sí por caminos de ida y vuelta cuyo recorrido atraviesa el entorno social y cultura
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Instituto Mexicano
del Cemento y del Concreto, A.C. |
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