Desde el Principio fue:

EL CONCRETO

Nace el IMCYC para una cultura del Concreto

Va caminado tan veloz el tiempo que los principios de este México moderno parecen muy lejanos. Entre las barbas de Venustiano Carranza, blanquecinas y amarillentas -según los grabados antiguos o las fotografías color sepia del Archivo Casasola-, el brazo de Obregón o la amplia quijada de Plutarco Elías Calles, fragmentos de historia se mezclan veloces, para hacer recordar el entonces vigoroso y tricolor nacionalismo.

No se diga tricolor, que tal nacionalismo habría de cundir con fuerza en el muralismo mexicano hasta abarcar toda la gama cromática. De Altamirano a Vasconcelos y tantas otras, las inteligencias se incendiaban a la sola mención de la palabra patria, mientras esplendía el artilugio de una raza cósmica y promisoria.

Sueños nacionalistas

Mariscal era el apellido de Nicolás y Federico, arquitectos encendidos con la llama nacionalista, lo mismo que Jesús Tito Acevedo, herederos en los veinte de la estafeta llevada a la Exposición Universal de París de 1889, en el Pabellón Mexicano, por el arquitecto Antonio M. Anza y el arqueólogo Antonio Peñafiel, con todo y pedestal de Cuauhtémoc, diseño del ingeniero Francisco Jiménez.

Cobijado por una arquitectura nacionalista, que podía llegar hasta a un indigenismo inspirado en taludes, grecas, glifos, el neocolonialismo disputaba su lugar, al paso que se fermentaba un afán de renovación en arquitectos tan prestigiados como José Villagrán García y Carlos Obregón Santacilia. Claro que, para esto, ni tardo ni perezoso en 1923 se había organizado un comité para la propagación del uso del Cemento Portland en México.

Del fervor vasconcelista habría de nacer el Centro Escolar Benito Juárez, de Carlos Obregón Santacilia, anticipo de lo que ya en el callismo, con un impulso oficial a la construcción, serían las edificaciones del Instituto de Higiene y el Hospital para Tuberculosos de Huipulco.

Cabe establecer que de aquel Instituto de Higiene derivarían las cubiertas horizontales con aleros, de concreto armado y tan apropiadas para el clima capitalino de México. Pocos años adelante emergerían la Secretaría de Salubridad y Asistencia, del propio Obregón Santacilia, y el Edificio de la Alianza de Ferrocarrileros.

Vientos internacionales comunicarían su soplo inspirador e influencia, para establecer los decorativismos del justamente llamado art decó, mientras la potencialidad mental del gran Le Corbusier tocaba a Juan O’Gorman, Juan Legarreta y Alvaro Aburto con la arquitectura racionalista, o funcionalismo, que trasmina a los proyectos de vivienda, en tanto que técnicamente el ingeniero José A. Cuevas traduce las especificaciones para concreto armado de las sociedades norteamericanas ASCE, ACI y PCA.

"¡Viva Cristo rey!," es el postulado de la rebelión Cristera que agobia a fines de los veinte a la nación, mas la fuerza de crear no se detiene: el arquitecto José Luis Cuevas proyecta el nunca realizado Primer Rascacielos de México; José Gómez Echeverría construye la Estación del Ferrocarril Infantil de Chapultepec, y la Inspección de Policía y Bomberos del D.F.

1932 es recordado por la fundación de la Escuela Superior de Construcción y porque se da el antecedente sano de las hoy difíciles licitaciones: una vivienda para obreros del Muestrario de la Construcción Moderna es sometida a un concurso público, cuyo Primer Lugar es otorgado a Juan Legarreta y, en un arranque de características sociales, Juan O’Gorman construye escuelas primarias en la Ciudad de México.

Emerge La Nacional, primer edificio de concreto en México, con pilotes del mismo material, por los arquitectos Manuel Ortiz Monasterio, Bernardo Calderón y Luis Alvarado. Por esos tiempos la Sociedad de Arquitectos Mexicanos discute sobre los pros y contras del funcionalismo, O’Gorman levanta el Sindicato de Cinematografistas y Carlos Obregón Santacilia el Hotel del Prado. El 1 de diciembre de 1934 toma la presidencia el general Lázaro Cárdenas.

Símbolos indudables de los momentos políticos del país, se construyen el edificio del Sindicato Mexicano de Electricistas, de Enrique Yáñez, además del Monumento a la Revolución y el edificio Guardiola de Carlos Obregón Santacilia.

Como resultado de la expropiación petrolera y la ligera bonanza a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno expande la infraestructura hidráulica, de comunicaciones, petróleo y energía eléctrica. No obstante, las casi cien empresas constructoras existentes se dedican mayormente a obras de edificación y poco a la ingeniería civil.

Un concreto "listo para usarse"

Hay aliento a la industrialización por una política económica que busca la sustitución de importaciones y, junto con el apoyo a la construcción, se funda la Escuela Nacional de Ingenieros, semillero de ingenieros mexicanos. Es por esas fechas cuando se inicia la producción de concreto premezclado, "listo para usarse".

Ya en plenos años cuarenta la arquitectura se torna "internacionalista" en un desarrollo de tres bandas, una a cargo de José Villagrán García y su discípulo Enrique del Moral, otra bajo Carlos Obregón Santacilia y la tercera con Mario Pani al frente. Debe reconocerse, sin embargo, que como centro de equilibrio y fundamento, según la penetrante enseñanza de Villagrán, campean en toda construcción los cuatro principios valorativos de la arquitectura: lo útil, lo social, lo estético y lo lógico.

Durante el gobierno de Avila Camacho entre el 40 y el 50 por ciento del gasto gubernamental se dedica directamente a la red carretera y se crea por Decreto la Comisión Reguladora del Cemento, que funciona hasta 1944, cuando es sustituida por la Oficina de la Industria del Cemento. También en ese año se construyen la Maternidad Mundet y el Centro Universitario México, de Villagrán.

Bombo y platillo podrían haberse tocado en 1945, pues el país contemplaba la transformación del PRM en PRI, Mario Pani elevaba la Escuela Normal de Maestros y, de interés para el gremio, se instituía la Asociación Mexicana de Contratistas, además de que se creaba la Ley de Profesiones.

El 7 de marzo de 1946 se integra el Colegio de Ingenieros Civiles de México, A.C. y un año después el ingeniero Bernardo Quintana funda Ingenieros Civiles y Asociados (ICA). En 1948 la Comisión Reguladora del Cemento se convierte en la Cámara Nacional del Cemento; sus presidentes son Jesús Barrera y Federico Sánchez Fogarty, la gerencia es de Raúl Arredondo Emery. Se construye el Estacionamiento Gante, de Villagrán.

Cuando estaban por finalizar los años cuarenta, México recibía deportaciones en masa de espaldas mojadas, invasión de aparatos electrodomésticos y los detergentes iniciaban la era del remoje, exprima y tienda, entre múltiples manifestaciones y marchas de campesinos inconformes.

Obreros y sindicatos se enfrentaban al presidente Alemán, quien veía nacer la Confederación Unica de Trabajadores (CUT) por oposición de los líderes ferrocarrileros Luis Gómez Z. y Valentín Campa a la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).

Para los contratistas de obras se da el apoyo financiero único del Fondo Impulsor de la Construcción, y del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas. Quieto, muy quieto, el peso se mantiene en 8.65 por dólar, mecido por los ritmos sensuales del danzón, los boleros y los tríos románticos.

Premezclado a la mitad del siglo

Y para abrir década, ojos y boca, en 1950 aparece la primera transmisión televisiva con el cuarto informe presidencial de Miguel Alemán. Se multiplican las empresas dedicadas a producir concreto premezclado. Al tiempo que no se aceptan en el país los puentes continuos y se prefieren las estructuras isostáticas, la industria se sigue desarrollando.

Se construyen el edificio central del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Carlos Obregón Santacilia; el edificio de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, de Mario Pani y, en la otrora avenida de Plateros, Madero, se yergue orgullosa y deja boquiabiertos a los capitalinos la Torre Latinoamericana, del arquitecto Augusto H. Alvarez. Por la vivienda popular, se crea el Centro Urbano Presidente Alemán, de Mario Pani. En noviembre, el Instituto Nacional de Bellas Artes promueve la primera Exposición de Arquitectura Mexicana Contemporánea, que rinde pleitesía a José Villagrán.

Es entonces cuando se comienza a fraguar uno de los más fenomenales esfuerzos arquitectónicos de México: la construcción de la Ciudad Universitaria, con los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral en la coordinación de un sinnúmero de colegas extraordinarios, con un florilegio de corrientes arquitectónicas. Por cierto que en ese 1952 comienza a operar como industria de servicio para la construcción la del concreto premezclado.

Al ritmo de aquellos días, en un esfuerzo de conjunción artística, comienza el movimiento arquitectónico "integración plástica" -unión de todas las artes, como explica su nombre-, con David Alfaro Siqueiros, José Chávez Morado y Luis Ortiz Monasterio, y los arquitectos Guillermo Rosell de la Lama, Carlos Lazo, Juan O’Gorman, Lorenzo Carrasco y Enrique Yáñez.

Se construyen el Conjunto Comercial del Cine Las Américas, de Villagrán; la Fábrica Chrysler de México del equipo Rosell de la Lama; y el Centro Urbano Presidente Juárez, de Mario Pani, con la integración plástica de Carlos Mérida.

Aun cuando todavía las mujeres usaban las faldas por abajo de las rodillas, a las pocas semanas de que Adolfo Ruiz Cortines asumiera la presidencia, se les otorga, por unanimidad, el voto universal, con derechos políticos totales.

Para principios de 1953, la inversión en el sector de la construcción se vuelve cada vez más difícil, tanto como la confianza en los pagos, situación que estimula al gremio e impulsa a la creación, en marzo, de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción.

Unido el gremio, parecieran brotar más fluidamente las obras, y se concluye el primer puente de concreto pres-forzado en México, proyectado por los ingenieros Alberto Dovalí y Vicente Guerrero y Gama sobre el río Santa Catarina, en Monterrey, al igual que la Biblioteca Central de la UNAM, proyecto arquitectónico y diseño de murales bajo la responsabilidad de Juan O’Gorman, el Conjunto SCOP y el Museo del Eco, de Matías Goeritz.

Aquellos son los tiempos en que Ruiz Cortines habrá de iniciar uno de los periodos más discutidos de la economía nacional, con gran número de simpatizantes: el "desarrollo estabilizador", mientras que José Pagés Llergo, el Jefe Pagés para sus colegas, crea la revista Siempre!.

Prácticamente envuelto en los in-ciensos de la Semana Santa de 1954, el peso se devalúa de 8.50 a 12.50 por dólar. A pesar de ello el PIB crece más o menos en un 10 por ciento y el vuelo de los proyectos estatales no se detiene: por algo se crea el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, de Augusto H. Alvarez.

De igual manera, el IMSS construye el conjunto habitacional de Santa Fe; el ingeniero y arquitecto Jesús Aguirre propone un novedoso sistema a base de cimbras metálicas de la altura de las casas de un nivel y concreto bombeado, y el Instituto Nacional de la Vivienda inicia sus actividades.

Haciendo gala de sus paraboloides, Félix Candela construye en este año la Iglesia de la Medalla Milagrosa, y 1955 se inaugura con el Edificio en Condominio del Paseo de la Reforma, de Mario Pani. Más tarde, se festina la construcción del aeropuerto de Acapulco, en Plan de los Amates, al tiempo en que se funda el Instituto de Ingeniería de la UNAM

Rebeldía, temblor y flor

Atruena por todos lados el rocanrol, aparecen los llamados "Rebeldes sin Causa" -porque no se conocía a los de ahora- y James Dean es señor de multitudes juveniles al par que, monstruo al acecho, se formaliza Telesistema Mexicano, S.A., por alianza de Rómulo O’Farril y Emilio Azcárraga.

La política atraviesa por estadios de represión y violencia cuando en septiembre de 1956 el ejército toma las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional; Othón Salazar crea el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM). Sin embargo, cuando las multitudes verdaderamente se ponen de luto, México en luto nacional, es en 1957 al sucederse el accidente de aviación que victima nada menos que al ídolo de todos los tiempos, Pedro Infante.

Lutos aparte, la fortuna sonríe a la economía y, en sucesión de imágenes puede saberse y verse cómo aumenta la inversión privada hasta 17.8 por ciento y corre para inaugurar la carretera Panamericana para supuestamente abrazar de lado a lado al país. A la Perla del Pacífico, Acapulco, arriban en especial y progresivamente los turistas estadounidenses.

Ave protectora, el Seguro Social extiende sus alas para llegar más lejos. Se construyen las primeras avenidas y el viaducto en la capital . Se inicia la llamada "marcha al mar" para aprovechar los litorales mexicanos. Se crean las juntas de mejoramiento moral, cívico y ciudadano, que en Veracruz no han desaparecido nunca.

¡Ah!, y la hora nacional resuena en los aparatos domésticos entre dramática y alegre, dado el fondo musical con el Huapango de José Pablo Moncayo. En suma, en tiempos de Ruiz Cortines el sistema político mexicano vive su periodo de apogeo, aunque entre telones se agazape la política de austeridad.

Pronto, en el mundo habrá de aparecer la Comunidad Económica Europea y en el espacio sideral girará el primer satélite artificial, el Sputnik soviético.

A Ernesto P. Uruchurtu le toca ser regente de la Ciudad de México cuando en la madrugada del 28 de julio de aquel dramático 1957 un sismo de siete grados en la escala de Mercalli provoca varios daños, accidentes y muertes en las ciudades de México, Cuernavaca, Chilpancingo y Acapulco. Caen el Angel de la Columna de la Independencia -"¡No more angel!", gritan asustados los turistas en Reforma- y un edificio de seis pisos de la avenida Alvaro Obregón, que atrapa a todos sus ocupantes. El arquitecto responsable se suicida.

La Cámara Nacional de la Industria de la Construcción apela al Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, para que sobre sus bases se hagan las investigaciones, y se elaboren las modificaciones necesarias. Se analizan daños, causas y efectos del temblor, así como las implicaciones y responsabilidades referidas a los constructores.

Y la vida sigue: en ese año se construye la presa de Zicuirán -primer proyecto con enrocamiento que utiliza como membrana impermeable una losa de concreto-; en Xochimilco, gigantesca flor de concreto, se yergue el restaurante Manantiales de Xochimilco, proyectado por Joaquín Alvarez Ordóñez y construido por Candela, y las afamadas Torres de Satélite de Luis Barragán y Matías Goeritz, dentro de la labor urbanística de Mario Pani, quien desarrolla la Ciudad Satélite.

En 1958, año en que se crean las Comunas Populares en China, la deuda externa en México es de 62.6 millones de dólares. En estas circunstancias nace la primera Asociación Nacional de Productores de Concreto Premezclado (ANPCPAC).

Dentro del peculiar prisma de la historia, después de la violencia de una manifestación, los escritores Octavio Paz y Carlos Fuentes se conjuntan para protestar y hacen reaparecer a los intelectuales como poder crítico frente al gobierno, situación que no ocurría desde tiempos de Vasconcelos

Se terminan de construir el puerto de Mazatlán, Sinaloa, la Estación Central de Ferrocarriles, de Jorge L. Medellín, La Comercial, de Héctor Mestre y la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad, El Altillo, de los arquitectos Enrique de la Mora, Fernando López Carmona y Félix Candela. Y, descrito a muy grandes rasgos, este es el caldo de cultivo, con sus antecedentes, en el que hará su aparición el IMCYC.

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