Concreto: 
Polvo de la Creación

IMCYC: 
Cuatro Décadas de Promoción

Septiembre de 1999, y el concreto ha sido el Polvo del Siglo Veinte, dijo Teodoro González de León, y con este polvo se construye en el presente. Un polvo que, en la fábrica de cemento ha disminuido al máximo su emisión de partículas que, de por sí, no causaban daño mayor, y su impacto ambiental está controlado.

Cemento, concreto, es en efecto el material inevitable en construcciones y proyectos, y su demanda se multiplica. Con concreto se construye en la actualidad y forma parte del presente. Un presente de crisis y cambio, de mundo en la incertidumbre económica a la búsqueda de una tercera vía, de país en la vorágine del TLC, de industria del cemento en crecimiento esperanzador.

Septiembre de 1959, septiembre de 1999: cuadragésimo aniversario de la creación del Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, IMCYC, tema central de esta historia, que se desenvuelve en un entorno alucinante, vertiginoso... Un IMCYC que contempla y participa intensamente en este movimiento impresionante.

Relatar la historia de cuarenta años del IMCYC es relatar esta larga temporada en la que el concreto no sólo rompió con las dudas y tabúes que existían hacia él, sino que se ha convertido en esta materia prima indispensable. Y sucede que la historia del concreto es las muchas historias que se entretejen en el devenir de un país tan complejo como lo es México, en este mundo tan intercomunicado de hoy. Historia del IMCYC, historia del concreto en el México moderno; historia de la arquitectura y los sueños creativos dedicados a la casa-morada de la persona humana, la historia de la ingeniería como necesidad y afán constructivo para beneficio de la sociedad y sus ciudades, edificios de gobierno, disfrute y culto religioso, sus caminos, puentes, presas...

Y, claro, entrecruzamiento de historias con la economía, con la política, con las circunstancias del desarrollo. Por eso, la historia del IMCYC se presenta al lector en este mosaico vivo y vertiginoso donde se concatenan datos y detalles, informes y sucesos en el caleidoscopio formidable de la epopeya constructora nacional. Corre película.

En este momento el mundo se coloca a la distancia de un teclazo: todo se reduce a un "doble u doble u doble u punto com..." y si no tienes "i meil" no vales nada. La neta es Internet según se degrade la tonada. Hablando de mundo, si sus latidos se centran en alguna parte, ésta parece ser la bolsa de valores de Tokio, remontando la cumbre después de la crisis y su Efecto Dragón, secuelas de por medio con el Efecto Zamba y, por supuesto, el Efecto Tequila.

Estados Unidos es el silbido de las balas en las escuelas de adolescentes y, pasado el clímax de los chismes clinto-nianos en el affaire Lewinsky, los norteamericanos se estremecen al comentario sobre el mal fario o tragedia que pende sobre la familia Kennedy, luego de la muerte imprudencial de John John.

México septiembre nueve nueve es en cambio el tráfago donde lo viejo quiere vestirse de novedoso para poner cara de democracia, sea lo que sea eso, en la mente de los llamados "Cuatro Fantástikos" por el humor popular periodístico, en referencia a los precandidatos del PRI a la candidatura del candidato a Presidente, bajo el lema o supuesto de que "el dedazo quedó atrás".

En la oposición, los partidos de Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), dramatizan con la misión imposible de crear algún tipo de frente común que arrebate la presidencia a los añejos priistas, mientras un sinfín de pequeños partidos coquetean con el llamado Jefe Diego -Fernández de Ceballos, PAN- también en busca de una alianza.

El ambiente algo tristón porque han fallecido recientemente muchos personajes de los grandes, como Octavio Paz, Ricardo Garibay, Jaime Sabines, Yolanda Vargas Dulché.

La industria bien, pues Cementos Mexicanos, Cemex, aumenta su presencia y fortaleza mundial al adquirir una nueva planta en Egipto, lo que hace más extensivos sus brazos, que ya abarcan cielos tailandeses, filipinos, españoles, para no hablar de los venezolanos, colombianos, panameños, caribeños, chilenos, estadounidenses y, claro, de todo el territorio nacional.

Por algo esta empresa ocupa el tercer lugarde producción en el mundo con 60 millones de toneladas y, por su enorme potencial -muy superior al de otras cementeras nacionales-, lleva al país a insertarse con un décimo tercer lugar de producción en el mundo, y del cuarto al sexto lugar como exportador, con sus cerca de 30 millones de toneladas anuales de producto.

Cementos de calidad suprema permiten el concreto adecuado para todas las exigencias ingenieriles -edificios, pavimentos de concreto, presas- y arquitectónicas -nacionalismo, funcio-nalismo, internacionalismo, brutalismo y todos los ismos que, en el momento actual, conviven unos con otros en el inquieto caldero de la creación y los requerimientos populares de vivienda, hospitales, escuelas.

Dentro de esta omnipresencia del cemento, el IMCYC se siente orgulloso por haber contribuido al conocimiento y difusión de tan poderoso material y por haber compartido durante estos cuarenta años cruciales una historia con los ribetes épicos que le otorga el esfuerzo de los mexicanos como nación.

Así como hoy el concreto cobra presencia e imagen totales, el IMCYC no ceja en su labor intensiva que cubre, a toda ley, los objetivos propuestos desde su fundación y, hoy más que nunca, consolida su bien ganado prestigio institucional y multiplica sus acciones de promoción y enseñanza sobre el concreto y sus aplicaciones.

Como lo describe su sitio en Internet, las acciones actuales del IMCYC son muy numerosas y diversas. En sus laboratorios, sumamente acreditados y confiables, realiza investigación teórica y de campo, con autorización para infinidad de pruebas, incluso nucleares; se le solicitan, constantemente, consultorías, asesorías técnicas y las participaciones llamadas tercerías, para la emisión de los juicios más respetados en el medio.

En los Comités Técnicos que promueven las nuevas tecnologías, el IMCYC concentra a los más prestigiados especialistas y profesionales, mediante sus Membresías, que ofrecen todos los servicios del IMCYC. Actualmente, se han intensificado los programas en las áreas de pavimentos, estructuras y vivienda.

Promotor y miembro del Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral, el Instituto certifica conocimientos, habilidades y experiencia de los trabajadores y, a través de su Centro Capacitador, efectúa esfuerzos de capacitación que sobrepasan las 40 mil horas hombre anuales.

El IMCYC mantiene vinculación con los organismos e instituciones nacionales más importantes relacionados con el concreto, su enseñanza y aplicación, así como con muchos de sus similares en el extranjero. De su vinculación con prácticamente todas las universidades e instituciones de educación superior donde se estudian asignaturas relacionadas con el concreto, hablan las becas, cursos, diplomados que realiza el Instituto.

Servicio fundamental para profesio-nistas, estudiantes e interesados es el brindado por el Centro de Información, donde se mantiene intercambio de información interinstitucional con organismos públicos y privados, servicio mensual de envío de normas, artículos y datos diversos, hasta conformar un promedio de unos 10 mil artículos al año. Cabe aclarar que la cifra anterior es mínima, comparada con las actuales consultas a través de la red de Internet, que crecen logarítmicamente.

Dentro de la comunicación impresa, el IMCYC cuenta con una generosa biblioteca especializada, donde puede consultarse u obtenerse el Fondo Editorial sobre concreto más importante de Latinoamérica, además de la revista Construcción y tecnología, prestigiado órgano mensual de difusión del Instituto, al que se han agregado las publicaciones Construmercado, Reporte concreto y el Boletín de membresías.

Toda esta sorprendente actividad del Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, organización no lucrativa tiene, desde luego, un largo historial detrás, que va incluso mucho más allá de las cuatro décadas de edad que ahora cumple.