Tecnología del Concreto, un elemento esencial del Diseño Estructura

 

 
Adam Neville

El título de este estudio conecta dos actividades tradicionalmente separadas, involucradas en la realización de una estructura o un edificio: el diseño estructural y la tecnología del concreto. La percepción de esta última, muy extendida aun cuando no enteramente correcta, es la de cálculos analíticos, que en estos días involucran el uso de una computadora. La tecnología del concreto, por otro lado, trae a la mente la imagen de un hombre “práctico” quien, si no lleva puestas unas botas de hule, utiliza una mezcladora de laboratorio o prueba numerosos cilindros de concreto. Esta es una distorsión deliberada y provocadora, pero es un hecho que el diseñador estructural y el tecnólogo del concreto son percibidos como personas involucradas en actividades bastantes separadas, encerradas claramente en distintos compartimentos. Por mi parte, yo afirmo que la tecnología del concreto es un elemento esencial del diseño estructural. En este artículo espero demostrarlo.

Ingeniería estructural y propiedades de los materiales

Vivimos en una era de especialización creciente, de modo que el diseño generalmente lo realizan equipos de ingenieros que con frecuencia también incluyen a arquitectos y otros profesionales. El ingeniero estructural es responsable de asegurar la resistencia y robustez de la estructura, así como su capacidad de servicio y también su durabilidad. Todos estos requisitos de diseño inevitablemente involucran las propiedades y el comportamiento del material estructural usado en la construcción.

En estructuras que no están conectadas al suelo, tales como automóviles y aviones, existe un vínculo muy estrecho entre la elección de la forma y figura estructural y el material usado. Por supuesto, la elección de los aspectos estructurales del diseño y del material de construcción se hace al mismo tiempo, ya que las propiedades del material determinan qué es lo que puede lograrse. De ser necesario y posible, el desarrollo del material se realiza de modo que pueda ajustarse a los requisitos estructurales. El progreso de este desarrollo en años recientes ha sido fenomenal.

Esto no ha sido así en la gran mayoría de las estructuras conectadas al suelo. Hablando de una manera muy general, el material de construcción es el acero o el concreto. No consideraré el acero, no sólo porque está fuera de lo límites del ACI, sino también porque el material –el acero– se produce en fábrica de una manera sofisticada y sus propiedades están bien definidas, descritas y garantizadas. Solamente la fabricación en el sitio es específica de un trabajo.

En estructuras de concreto, la situación es sustancialmente diferente. El diseñador estructural hace el análisis y el diseño. Después especifica el concreto. Esto solía hacerse prescribiendo las proporciones de los distintos ingredientes. En cuanto a las propiedades de estos ingredientes, los requisitos son extremadamente amplios. Por ejemplo, el cemento tiene que conformarse a un estándar de la ASTM, pero con mucha frecuencia tal estándar establece límites muy amplios. Con respecto al agregado, a veces se especifica que debe estar limpio y ser duro. Esto difícilmente es cuantificable. Los requisitos de granulometría son tales que se satisfacen mediante un gran número de granulometrías prácticas. Esto es justo y apropiado porque en esta etapa, cuando aún no se ha elegido al contratista, no se sabe cuál fuente de agregados se usará, de modo que se desconocen las propiedades detalladas de los materiales que han de utilizarse. Lo mismo se aplica a la planta o al método de transporte, compactación, curado y a otras actividades en el sitio.

Con la tendencia hacia especificaciones del tipo “rendimiento,” la situación ha mejorado  algo en cuanto que, al menos, se aseguran ciertas características de comportamiento del concreto. Sin embargo, muchas de las propiedades del concreto son desconocidas e impredecibles en la etapa del diseño estructural. Es sorprendente que en muchos casos surjan problemas durante la vida de la estructura.

En esta etapa, quisiera adelantarme a la crítica de que todo esto es inevitable porque, a diferencia de los automóviles y los aviones, las estructuras de concreto son casi siempre de una sola variedad y se construyen en el sitio al aire libre, en clima variable, con frecuencia en condiciones difíciles, usando una fuerza de trabajo que no es estática y que, para ser francos, es menos especializada que su contraparte establecida en la fábrica. Ciertamente, así es. Pero, ¿hay necesidad de que las consecuencias continúen por siempre así?

   En lo que sigue, yo me porpongo demostrar la íntima interdependencia entre el diseño estructural y las propiedades del concreto y luego ofrecer algunas indicaciones tendientes a mejorar la situación actual.

 

Características de deformación del concreto

El ingeniero estructural está bien educado y entrenado en el análisis estructural y el diseño. Puede obtener las ecuaciones apropiadas o emplear las soluciones analíticas existentes. Pero estas ecuaciones y soluciones involucran parámetros que describen las propiedades de los materiales. En el caso del concreto, la resistencia a la compresión es el parámetro más obvio y el que generalmente puede tratarse mejor. Pero, para la resistencia de una estructura, requerimos también las características de deformación del concreto: su módulo de elasticidad, incluyendo el hecho de que el material no es verdaderamente elástico y tenemos que tomar en cuenta la fluencia del concreto.

En numerosos cálculos de diseño, la fluencia es tratada como un coeficiente con un valor único o, en el mejor de los casos, un valor de dos o tres pasos. Sin embargo, la fluencia es una función compleja de las proporciones de la mezcla de concreto, la edad en el momento de la carga, la edad cuando se remueve la carga, la temperatura y las condiciones de exposición. Además de la fluencia, el concreto sufre contracción por secado, la cual no está relacionada con el esfuerzo, pero es influida por numerosos factores. En estos días, cuando se utiliza cada vez más concreto de alto desempeño, requerimos el conocimiento de la contracción autógena en el elemento de concreto. Ciertamente, este es un tema que sólo ahora está siendo intensamente estudiado.

En ciertas condiciones, las pilas de puentes ofrecen un ejemplo excelente de problemas inducidos por la contracción. En el caso de trabes continuas en soportes altos, existe una diferencia sustancial en la contracción de aquellas que están sobre el agua y aquellas que están sobre terreno seco, en donde la contracción es mucho mayor. Esto induce esfuerzos en la trabe.

En cuanto a la fluencia, puede haber una gran deformación vertical diferencial en edificios de gran altura. Algo de esta deformación es evitable mediante el control de las variaciones en el esfuerzo sostenido y en el refuerzo en las columnas, y también de sus condiciones de exposición (aunque esto no siempre es posible). Sin embargo, en la etapa de diseño no se conocen ni pueden controlarse las características de fluencia del concreto que ha de emplearse, las cuales dependen de la edad. Lo mismo vale para los efectos de la fluencia de columnas de concreto en los revestimientos, cuyas características de deformación probablemente difieran unas de otras. Evidentemente, es necesario un margen de tolerancia para la fluencia del concreto. Pero, ¿cuánta fluencia habrá?

La mayoría de los ingenieros está familiarizada con casos de agrietamiento inesperado por contracción, y que bien pueden deberse a las características de contracción del agregado o de la mezcla usada. En la etapa de diseño, estas características son impredecibles, y los límites de especificación generalmente son muy amplios.

Mi punto de vista es que la influencia de los diversos parámetros es tan grande que el diseñador debe estar completamente familiarizado con ellos. No se puede usar simplemente un manual de constantes físicas.

 

Diseño estructural y durabilidad

Lo mismo se aplica en el caso de la durabilidad, que es, con mucho, el mayor problema de las estructuras de concreto en muchas partes del mundo. Se detectaron numerosos casos de durabilidad inadecuada de estructuras de concreto construidas en los años sesenta y setenta, que se debían a la selección de mezclas de concreto con base únicamente en la resistencia. De hecho, debido a los cambios en las propiedades del cemento, la misma resistencia que había sido previamente especificada podía ahora obtenerse con una relación agua/cemento más alta. En consecuencia, para una resistencia dada a 28 días, el concreto era más permeable que el concreto de los años cincuenta.

Los factores que afectan la durabilidad del concreto son tanto extrínsecos como intrínsecos, de modo que para tomarlos debidamente en cuenta, el diseñador debe tener un buen conocimiento de los fenómenos químicos y físicos de la interacción entre el concreto y el medio ambiente. Existen otros ejemplos de la relación entre el comportamiento del concreto y el desempeño de las estructuras de concreto en servicio. Un ejemplo es la influencia de la forma de la estructura sobre la durabilidad; las losas de malecones en las aguas del mar son menos susceptibles de corrosión del refuerzo que la construcción con vigas y tableros. Tal conocimiento es especialmente importante cuando el diseño es para asegurar una vida de servicio específica de la estructura, un requisito que está siendo invocado cada vez más.

El conocimiento del ingeniero estructural sobre el concreto

Mi punto de vista es que la mayoría de los diseñadores estructurales, con honrosas excepciones, carece del conocimiento necesario sobre el comportamiento del concreto. Las universidades no lo enseñan, como que-dó demostrado en una encuesta hecha por la Asocia-ción de Cemento Portland en 1995: únicamente 22 por ciento de los departamentos de ingeniería civil de Estados Unidos exige un curso completo de un semestre en tecnología del concreto. El conocimiento que se adquiere en el trabajo es demasiado fragmentado o dependiente del azar, y sin el rigor científico adecuado.

Se puede argumentar que una persona no puede tener todo el conocimiento necesario, de modo que el diseñador debe simplemente consultar a un especialista en materiales. El problema es que en la gran mayoría de los casos, el especialista en materiales es un científico “puro” que carece del conocimiento de la acción estructural o del comportamiento estructural. En consecuencia, no sabe qué preguntas contestar, y el diseñador no siempre sabe qué preguntas hacer. Es casi como si un cirujano careciera del conocimiento adecuado de la patología y recurriera exclusivamente al científico de laboratorio para una decisión de lo que hay que hacer.

Diseño sin el conocimiento adecuado del concreto

Hay un chiste que dice que una estructura diseñada por un ingeniero estructural sin un arquitecto es horrible, y que una estructura diseñada por un arquitecto sin un ingeniero es terrible. Es dudoso que un diseñador sin un conocimiento íntimo del concreto sea inexperto; puede haber una falta de correspondencia entre el diseño estructural y el comportamiento del material. Los errores más grandes en el pasado incluyen el uso de un concreto completamente inapropiado, como el hecho con cemento con alto contenido de alúmina o el concreto reforzado y, sobre todo, el presforzado, que contienen cloruro de calcio.

En 1995, al revisar el tema general de seguridad estructural, J.B. Menzies, quien pertenecía a la British Building Research Establishment, escribió que el uso de estos dos materiales había sido un “error.” Su empleo fue retirado de los códigos de diseño británicos en los años setenta. Toda la cuestión del uso estructural del concreto hecho con cemento con alto contenido de alúmina será considerado en un estudio posterior programado para ser publicado en Concrete International.

   Ahora ya no cometemos estos errores en particular, pero debemos asegurarnos de no cometer otros en el futuro. En cuanto a los diseñadores estructurales como grupo, aprender de sus errores no es suficientemente bueno, teniendo en cuenta nuestra responsabilidad social, así como también legal por la seguridad. Tampoco debemos engañar a nuestros clientes dándoles estructuras inadecuadamente durables con una muy corta vida de servicio.

Existen otros ejemplos de la importancia del conocimiento del concreto en el diseño estructural. La forma estructural misma puede ser influida por el comportamiento térmico del concreto. Este comportamiento es diferente, en el caso del concreto de alto desempeño, al que se daba en muchos casos de concreto tradicional. En algunas estructuras grandes de concreto masivo, los aspectos de corrosión y de durabilidad deberían llevar al diseñador a preguntarse a sí mismo, en el momento de empezar, si el uso de refuerzo es esencial o si es más práctico una construcción del tipo mampostería. Los muelles son un ejemplo de tal estructura. Se puede hacer la misma pregunta en el caso del revestimeinto de túneles, en donde se requiere refuerzo únicamente durante el manejo y la instalación, y no obstante, es la corrosión del refuerzo lo que constituye el factor limitante en la vida del revestimiento del túnel.

 

Valoración estructural y conocimiento del concreto

Puedo ofrecer otros dos diferentes ejemplos de la importancia del conocimiento del comportamiento del material. Uno es la valoración estructural de estructuras existentes. El otro, muy común, es la investigación de fallas. Afortunadamente, con frecuencia, sólo de aspecto local o parcial. Por ejemplo, ¿es el agrietamiento o el desconchamiento inducido únicamente por el esfuerzo, o está relacionado con causas térmicas o con contracción diferencial o curado inadecuado? Un científico “puro” no puede responder a estas preguntas porque no entiende el comportamiento estructural. Un ingeniero estructural sí puede contestarlas, pero sólo si comprende bien de qué manera se comporta el concreto en toda una gama de condiciones.

Cómo mejorar en el futuro

El corolario de mi artículo es que un diseñador estructural que sea ignorante respecto al concreto no es un diseñador verdaderamente competente. Así pues, yo estoy argumentando en favor de una educación y capacitación más amplias de los ingenieros estructurales. Esto podría parecer desagradable, pero el aprendizaje adicional dará por resultado el logro de mejores diseños y estructuras más durables.

Este aprendizaje adicional no requiere la introducción de todavía más cursos al programa ya sobrecargado de los estudiantes que están por terminar su carrera. En todo caso, sería difícil encontrar suficientes profesores universitarios que combinaran en realidad el conocimiento del análisis estructural y el diseño con el conocimiento del comportamiento del concreto. Y si ellos sólo saben de esto último, no serían capaces de relacionar el comportamiento del concreto con el comportamiento estructural. Sin embargo, afortunadamente vivimos en la era de los métodos de aprendizaje interactivo que tienen como base las computadoras: ahí está la solución.

Por ejemplo, nosotros podríamos construir soluciones de diseño en el supuesto de ciertas propiedades del concreto, digamos, un coeficiente dado de fluencia. El valor del coeficiente se cambia entonces hacia arriba o hacia abajo, y se muestra el efecto sobre la deformación y la distribución de esfuerzos. Del mismo modo, nosotros podríamos diseñar una estructura suponiendo cierta mezcla de concreto y luego ver las consecuencias de usar agregado con un módulo de elasticidad más alto o más bajo. Simular los efectos que tiene sobre la durabilidad la variación de la permeabilidad del concreto sería igualmente instructivo. Estos ejercicios tendrían que ser preparados por aquellas pocas personas que han abarcado ambos campos de la división entre diseño estructural e ingeniería de materiales, pero entonces los programas de computadoras podrían usarse en todas las escuelas de ingeniería como un complemento para aprender los conocimientos básicos del comportamiento del concreto.

   El objetivo es borrar la división entre los que leen el ACI Structural Journal y quienes leen el ACI Materials Journal. De este modo, nosotros podremos asegurar mejores estructuras de concreto, que es lo que se esfuerza en lograr el ACI.

Adam Neville es miembro Honorario del ACI y autor o coautor de ocho libros, incluyendo Properties of concrete (Propiedades del concreto). Es socio de A & M Neville Engineering y árbitro en Londres, Inglaterra.

Este artículo fue publicado en Concrete International y se reproduce con la autorización del American Concrete Institute.

 

   

Resumen:

Mediante una concienzuda exposición, en la que no faltan ejemplos, Adam Neville desarrolla y fundamenta su idea de que el diseñador estructural debe ser un conocedor del concreto y su comportamiento para poder realizar obras de calidad que sean durables.

 

 

 

 

 

Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, A.C.
Revista Construcción y Tecnología 
Agosto 2000
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