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Published on Tuesday, 01 April 2014 00:00
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Written by Ing. Eduardo de J. Vidaud Quintana
El alabeo se produce cuando la parte superior de la losa trata de ocupar un volumen menor que la parte inferior; lo que puede suceder por diferencial es entre los lechos superiores e inferiores, en lo que respecta a la contracción, la temperatura y el contenido de humedad.
Para que la losa se mantenga sana, sus bordes deben levantarse. estos bordes pueden estar asociados al extremo discontinuo de la losa, a una junta de construcción o de contracción, o a una grieta suficientemente abierta. las esquinas de las losas sin restricciones verticales, entonces, se deberán levantar más que el resto de las zonas, para que no se produzca agrietamiento.
Tanto las losas de piso como las de entrepiso se alabean; sin embargo, las primeras lo hacen más. en muchas losas de piso (que se conciben bajo el flujo vehicular) los bordes se levantan de la rasante; y con frecuencia son mal diagnosticadas, creyéndose que tienen una sub-base débil.
A medida que los bordes de las losas tratan de alabearse hacia arriba, la gravedad y la fluencia lenta producen un efecto contrario, que sólo puede compensar parcialmente el alabeo. la magnitud del alabeo y el perfil de éste, dependen de complejos factores; como el potencial de contracción y la resistencia del concreto, el soporte de la subrasante, las condiciones de humedad y de temperatura, el espesor de la losa, y la separación entre juntas.
Por distintas razones, el alabeo constituye un problema. en la superficie de la losa se producen esfuerzos considerables de tensión; desde los bordes que tienden a alabearlos hacia arriba. De acuerdo a lo anterior el peso propio o cualquier otra acción que intenta empujar el borde hacia abajo, de conjunto con la contracción por secado (Cs), puede producir agrietamiento.
Muchas de las grietas de piso que se atribuyen a la retracción, se deben en realidad a una combinación entre los esfuerzos de alabeo y los de Cs; siendo generalmente los de alabeo mucho mayores que los de Cs. estas grietas pueden desarrollarse posteriormente debido al tráfico de montacargas, que junto a la penetración de líquidos a través de las juntas; pueden inducir a una falta de estética en la losa del piso o provocar otras dificultades.
Al deslizarse las ruedas a través de los bordes de las juntas alabeadas (sin “pasajuntas”) pueden hacer que un borde baje primero, y luego el otro; contribuyendo al desconchado de la junta, falla en el relleno o sello de la junta, y otros problemas adicionales. el alabeo, en especial el diferencial en una junta o grieta, también puede afectar a los mate.riales de piso que cubren la losa. las juntas muy alabeadas o grietas pueden reducir la fluidez del tránsito vehicular de un piso; provocando desagrado en el conductor, problemas en el vehículo y reducción de la productividad.
El alabeo y la Cs se encuentran muy relacionados entre sí y no pueden considerarse independientes; de hecho casi todo lo que afecta a la Cs, de una manera u otra afectará también al alabeo. no obstante, a menos que una losa de piso se cuele directamente sobre un substrato que genere restricciones de importancia (rasante irregular o una base de piedras de granulometría abierta), los esfuerzos de alabeo excederán por mucho a los de Cs.
Según investigaciones; si se tiene un substrato plano, con un coeficiente de fricción razonable.mente bajo, los esfuerzos de Cs en general no superan magnitudes de entre 0.1 y 0.4 MPa; mientras que los del alabeo pueden alcanzar magnitudes de entre 1.4 y 2.8 MPa, y más. así, el término “grieta por Cs” no es el más apropiado para la mayoría de las grietas de las losas de piso; es más preciso hablar de “grieta por alabeo” o “grieta por alabeo y Cs”.
Si comparamos estos esfuerzos con los típicos de la capacidad resistente a flexión del concreto (Mr de entre 3 y 4.5 MPa), se aprecia la importan.cia del alabeo; pues es obvio que la capacidad de carga de la losa puede verse reducida en forma significativa por los importantes esfuerzos indu.cidos por dicho fenómeno.
