Sin duda alguna, la localización de este edificio de vivienda
es afortunada; su presencia se vislumbra desde de 2006 en lo alto del
Lago Zurich, en Suiza, en el borde de una ladera desde la cual la vista
es verdaderamente impresionante: desde el edificio es posible tener
la panorámica de las colinas, montañas, árboles
y diversos accidentes topográficos que integran el paisaje que
rodea a este prisma rectangular de sólo tres niveles de altura
y un subterráneo, el cual tuvo como uno de los fundamentos más
importantes de su diseñó el contacto visual con el exterior.
De hecho, éste fue el tema que generó las prioridades
del programa arquitectónico al interior así como el concepto
global de diseño, y es que no se hubiera podido entender de otra
manera, hacia el oriente se extiende el lago que recorre la parte baja
del valle, mientras que en el oeste una impresionante vista de las colinas
hacen una magnifica compañía. Justo en las fachadas principales
del edificio se localiza la obra e intervención artística
de Blanca Blarer quien con una serie de bastidores móviles determinó
—con base a los cuestionamientos sobre la organización
interna y las vistas— romper las directrices horizontales de la
fachada acentuando con paneles de madera en distancias irregulares respecto
a la estructura y las cancelarías de aluminio, de tal modo que
la apariencia exterior del edificio en sus caras más amplias
son resultas como un collage de diversos materiales en tonos de gris
que se transforman en superficies sutiles, donde los armazones confinan
las ventanas, mientras que los elementos cerrados bloquean totalmente
la vista.
No hay desventajas con esto ya que simplemente en el interior se dirigen
las vistas deseadas (por un inadvertido marco hacia el lago, el parque
y las montañas) y en el exterior se rompe con la monotonía
que en determinado momento se generaba. De esta forma, el valor de este
trabajo está en los diversos juegos de luz que se producen tanto
al interior de los departamentos, así como la posibilidad de
aligerar la sólida presencia del concreto al perforarlo por pequeñas
aberturas en las fachadas laterales. Hay un contraste dinámico
entre el interior del edificio, donde la luz y la transparencia dominan,
y su exterior. Es un bloque pequeño, gris que parece atípico
de un edificio residencial debido a que integra conceptos como el manejo
de la perspectiva y la duplicación visual.
Un compromiso
Marc Angélil es profesor del Departamento de Arquitectura
del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH, Zurich)
y líder del Comité Académico del Foro Holcim
2007, además de miembro del Consejo de la Holcim Foundation
for Sustainable Construction.
Ha sido profesor de tiempo completo de arquitectura y diseño
en el ETH Zurich desde 1997 y es responsable de los cursos del
primer año en el departamento de arquitectura. Sus actividades
profesionales han abarcado los campos de la investigación
donde se ha interesado en analizar —con base a sus estructuras
físicas— los progresos y transformaciones contemporáneas
de las áreas metropolitanas a nivel urbano usando varios
casos de estudio en Europa, Asia y los Estados Unidos de América.
Su énfasis urbano por resolver con estrategias de desarrollo
sustentable las intervenciones que realiza busca lograr una
formación y transformación de las ciudades, para
ello ha trabajado con sus socios Sarah Graham, Reto Pfenninger
y Manuel Scholl, desde sus oficinas en Los Ángeles y
Zurich.
|
Programa
El edificio está integrado por un sótano desde el que
es posible acceder tanto a la zona de estacionamiento
para los condóminos como al vestíbulo principal donde
también se localiza la recepción, un primer departamento
y los locales de servicio (cuarto de maquinas, subestación eléctrica,
etcétera). La circulación vertical es prudente, con apenas
un elevador desplazado hacia una de las esquinas y una escalera de servicio
dispuesta en la parte central del volumen queda resuelta. Utilizando
la profundidad entera del edificio, cada departamento cuenta con orientaciones
hacia el oriente y el poniente al mismo tiempo, esto permite obtener
una favorable ventilación cruzada ya que los espacios interiores
como recamaras, cocina, baños y estancias no se ubican de manera
homogénea en las plantas arquitectónicas. La luz del día
entra por ambos lados dando por resultado una transparencia, que incluso
se incrementa por un patio interior: gesto constructivo que le otorga
una cualidad excepcional al ambiente interior al recorrer todos los
niveles y contar con cuatro aberturas de piso a techo.
Su fachada consiste de cristales que se alternan rítmicamente,
agregando luz natural en cuatro de los seis apartamentos principales.
Este patio permite diversas vistas de los planos opuestos con lo que
se invita a observar al interior, las circulaciones y en algunos casos
la percepción espacial se incrementa debido a los
reflejos del cristal en conjunto con la opacidad de la losa de concreto
aparente y el piso color negro mate que tiene cada uno de los departamentos.
Éstos se pueden configurar y modificar sin ningún problema
permitiendo un buen número de combinaciones al ajustar los paneles
que limitan las áreas comunes y aprovechar la disposición
de dobles alturas en el interior de algunos de ellos, por ejemplo:
el dúplex se puede ensamblar con el ático. El estudio
en el sótano se puede agrandar en uno o dos cuartos más
con el departamento colindante. Destacan las dos terrazas ubicadas en
contra-esquina del último nivel, su amplitud y privacidad son
afortunadas, la visual que tienen es considerable respecto al jardín
que rodea el acceso del edificio.
Ficha Técnica
Nombre del Proyecto: New
residential building Gheistrasse 1.
Ubicación: Kilchberg, Suiza.
Proyecto Arquitectónico: Agps.
Architecture Zürich-Los Ángeles.
Marc Angélil, Sarah Graham,
Manuel Scholl, Reto Pfenninger,
Hanspeter Oester.
Equipo de Proyecto: Reto
Pfenninger, Bettina Klinge
(director de proyecto), Gabi
Hauser y la artista Blanca Blarer.
Construcción: GMS Partner AG,
Daniel Gantner.
Cliente: Monika Relman
(Washington, DC).
|
Este edificio sin duda, se puede considerar una especie de casa para
varias generaciones que pueden satisfacer sus necesidades especificas
al vivir “juntos” a través del tiempo, el concreto
funge sólo como el contenedor espacial general en el cual todo
parece suceder sin limitantes debido a sus características propias.
Y es que la forma de tratar este material colado in situ le otorga una
sobriedad que lo diferencia de su contexto arquitectónico pero
al mismo tiempo lo distingue por la manera de convertirlo en el protagonista
interior, donde la aparente frialdad es sustituida por una elegancia
indiscutible: no se recurre a ningún elemento para ocultar el
sistema constructivo, por el contrario es posible apreciar las estrías
de las cimbras empleadas en su proceso de fraguado.
Mosaicos venecianos, maderas claras, granito negro, muros de concreto
en color blanco, cristales esmerilados, molduras de aluminio y algunos
otros accesorios metálicos dan el toque final a un diseño
libre de excesos que conserva la serenidad del contexto en cada uno
de los rincones interiores. Este edificio cumplió una serie de
dificultades al haber tenido que ser coordinado en cada una de sus fases
de concepción y construcción desde las oficinas de Agps
Architecture en Zurich o Los Ángeles y con el cliente radicado
en Washington.
Hoy, este nuevo edificio —lejos de posarse como un incipiente
cubo gris— se ha convertido en uno de los ejemplos a seguir dentro
de los nuevos esquemas arquitectónicos de la zona; sus cualidades
son muchas: los sistemas con que cuenta para tratar el agua, el bajo
consumo energético que realiza, y el confort climático
al interior que le permite quedar libre de equipos artificiales de aire
acondicionado, entre otras.
Finalmente
Marc Angélil es un arquitecto comprometido con su contexto y
esta obra es un ejemplo de su interés por expandir los ámbitos
en los cuales puede desenvolverse la arquitectura como proceso creativo.
La colaboración artística que realiza se aleja de la cuestión
estética y profundiza en las cualidades que le permiten generar
sensaciones de todo tipo al usuario, siempre con una contundente resolución
pragmática
y precisa de los sistemas constructivos empleados.