Apenas hace unos días tuvo lugar la ceremonia de entrega de
los XVI Premios Obras CEMEX 2007, en Monterrey, Nuevo León. Nuevamente,
el talento nacional e internacional es reconocido por esta importante
empresa que ha hecho de esta premiación uno de los sucesos de
mayor trascendencia dentro del mundo de la arquitectura, la ingeniería
y la construcción. Y es por esta razón que como tema de
Portada presentamos una obra ganadora de la pasada edición —pues
ya a futuro daremos cuenta a detalle a través de reportajes,
de otras obras ganadoras en esta reciente edición—: la
nave industrial de la empresa Omnilife —ubicada en Tlaquepaque,
Jalisco—, cuya construcción, entre otras cosas, contó
con una cimentación a base de pilotes de concreto de 80 centímetros
de diámetro. Esta obra, como se señala en el libro conmemorativo
del Premio Obras CEMEX del año pasado, “alcanza una rara
comunión entre estética, diseño, funcionalidad
y sistemas constructivos difícilmente alcanzada en las naves
industriales de características similares”.
Y de esta premiación 2007, presentamos al lector en la sección
Arquitectura, la Torre Miravalle, ganadora dentro del rubro de Construcción
de Conjunto Habitacional. Se trata de una interesante construcción
creada por el despacho del arquitecto Gilberto Rodríguez, obra
que engalana el perfil de la cosmopolita ciudad de Monterrey. Como ya
es tradición, con estos premios, queda claro que la construcción
en concreto tanto mexicana como de otros países, es de una calidad
verdaderamente destacable. Desde este espacio editorial felicitamos
a CEMEX por la gran organización, desarrollo y resultados de
estos recientes reconocimientos.