Un producto comprometido

Juan Fernando González G..

En 1999, Adolfo Aguilar Zínser escribió un fantástico artículo donde despertaba la sensibilidad acerca del grave problema que viven las grandes metrópolis del mundo, particularmente la Ciudad de México, con relación a la falta de agua y la deficiente recarga de los mantos freáticos

 

    

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Aguilar Zínser decía que “los problemas hidráulicos del Valle de México tienen su raíz en una simple ecuación: por cada tres litros de agua que los capitalinos extraemos del subsuelo, recargamos dos. En otras palabras, estamos liquidando las reservas acuíferas de este valle que otrora fuera una de las zonas lacustres más prodigiosas. Por ello, la ciudad tiene que cubrir su déficit con el traslado de agua desde fuentes cada vez más lejanas por lo que los costos de esa operación alcanzan dimensiones demenciales”. El politólogo explicaba que la Ciudad de México no cuenta y no contará nunca con recursos suficientes para enfrentar con obras públicas su inmenso problema hidráulico. La pronta detección y reparación de fugas, la rehabilitación de pozos, la construcción del acuaférico y demás acciones son todas medidas agradecibles, pero no atajan la cuestión toral: el desequilibrio entre la cantidad de agua que la ciudad consume y la que captan sus fuentes naturales de abastecimiento. Ese hecho resulta trágico, si se considera que el Valle de México recibe una precipitación pluvial promedio de 800 milímetros al año, suficiente para cubrir el déficit de líquido y generar remanentes que den estabilidad a nuestros suelos movedizos”, decía. Aunado a esto, en el Distrito Federal, el caudal perdido por la expansión de la plancha asfáltica alcanza la impresionante cifra de 140 mil millones de litros, aproximadamente 44 metros cúbicos por segundo.


Hay una salida
Hace 12 años se desarrolló un producto que puede ser la solución a la recarga de los mantos freáticos y a las inundaciones que sufre año con año la Ciudad de México. Se trata del aditivo Ecocreto, el arma secreta para la construcción de pavimentos 100% permeables, que está patentado y protegido internacionalmente por el ingeniero Jaime Grau, y los arquitectos Germán Guevara y Néstor de Buen Unna. Esta clase de pavimentos surge de la mezcla de granzón, cemento tipo 1, agua y el aditivo Ecocreto, que forman una pasta similar al concreto hidráulico, tan maleable y resistente como éste. Sin embargo, cuando el novedoso material seca
deja una superficie plana continua, porosa, con gran resistencia a la compresión y a la flexión, de aspecto agradable y con el color de preferencia del cliente. Lo verdaderamente fundamental, es decir, la filosofía de la empresa, es que el agua de lluvia pase libremente al subsuelo y con ello se recarguen los mantos freáticos.


Tecnología de punta
Además de ser tecnología de punta mexicana, tiene todos los rasgos que exige la sustentabilidad pues no contamina el medio ambiente durante los procesos de fabricación y colocación. Algo por demás interesante es el hecho de que el pavimento permeable demolido es reciclable, fácil de hacer con los agregados pétreos de la zona en donde se va a utilizar y un medio de recuperación de los mantos acuíferos de las ciudades que lo apliquen. Ecocreto se presenta como un sistema para la recuperación y aprovechamiento del agua pluvial por medio de pisos y pavimentos porosos, un tipo de concreto hidráulico totalmente permeable, que ayuda a resolver de forma económica y sencilla el problema del agotamiento de los mantos acuíferos, con la ventaja adicional de que se puede utilizar en aplicaciones de uso común como son calles, plazas, banquetas, estacionamientos, centros comerciales, etcétera. El Ecocreto es similar al concreto hidráulico común, pero se fabrica sin materiales finos como la arena, la cual es sustituida por el propio elemento de invención mexicana, el cual reacciona con el cemento, potencializándolo y provocando un rápido aumento de su resistencia durante los primeros minutos de fraguado. El resultado es una mezcla porosa, muy maleable, fácil de usar y colar, de muy alta resistencia a la compresión (más de 300 kg/cm2) y una extraordinaria resistencia a la flexión (hasta de 60 kg/cm2).

Ventajas de Ecocreto

• Todas las superficies son 100% permeables.
• Se eliminan los charcos y el acuaplaneo de las llantas de los autos.
• Permite la conservación de los microclimas, debido a que la filtración del agua contenida en su interior se realiza lentamente; de esta manera, parte del agua se evapora y hace que se mantenga un ambiente húmedo.
• No es más caro que otros pavimentos de concreto.
• Es compatible con otros materiales usados para pavimentos.
• No requiere de mano de obra especializada, ni de maquinaria sofisticada para su instalación.
• La superficie es antiderrapante, pero plana y menos ruidosa que en otros pavimentos.
• Adquiere sus características de resistencia en 72 horas.
• Se puede hacer en varios colores y con distintos tipos de piedra.
• Su base y sistema constructivo es más barato que los tradicionales.
• Se puede fabricar directamente en obra mediante el uso de trompos o revolvedoras para concreto; o bien, se contrata la mezcla en plantas de premezclados de concreto.
• Se puede instalar a mano mediante el tradicional método de colado, aplicando después una vibro compactación con placa, o se puede aplicar con una máquina finisher para pavimentos de asfalto, logrando colocar por día hasta 1,500 m2 por turno.
• Su uso disminuye la inversión en drenajes hasta en un 40% para el manejo de aguas pluviales.
• Es un producto limpio en su aplicación ya que no se deja cascajo ni basura de obra.

De viva voz
Los directivos y propietarios de High Tech Concretes, empresa que produce Ecocreto, charlaron con Construcción y Tecnología en torno a su producto, las vicisitudes por las que han pasado, la calidad de su aditivo y la importancia de contar con la experiencia necesaria para hacer de cada obra un trabajo hecho a la medida. El arquitecto Néstor de Buen Unna, socio fundador de la compañía, relata que conoció al ingeniero Grau cuando negoció con él la elaboración de unas pastas especiales que aplicarían en un edificio que estaba remodelando. En ese tiempo, Grau recibió el encargo de hacer unos adoquines permeables para la delegación Iztapalapa, lo que llamó la atención de Néstor de Buen, quien de inmediato le propuso que se asociaran para explotarlo juntos. Cuando finalmente arrancó el proyecto, 20 meses después del hallazgo, “nos dimos cuenta que para poder construir con un concreto permeable necesitábamos hacer bases permeables para pisos permeables; lo más cercano era el adopasto, que se construye en la forma tradicional. Durante los siguientes meses intuimos y empezamos a
desarrollar el sistema constructivo que hoy día usamos”.


Fue en la Expo CIHAC de 1996 cuando se presentó al público Ecocreto. “Ya habíamos registrado la marca y de ahí para acá nunca hemos dejado de invertir en el
desarrollo del producto. Todos los recursos que han ingresado, inclusive los que nos iban a tocar a nosotros, los hemos invertido en el desarrollo de tecnología. Por eso, hoy día el producto que estamos manejando tiene mejoras considerables y sustanciales, las cuales han aparecido de un mes a otro, o de un año a otro. Parece increíble, pero el producto que tenemos hoy es más barato que en 1996, con mayor resistencia y velocidad en la aplicación. Hoy podemos decir que hemos construido alrededor de un millón de metros cuadrados de Ecocreto, entre México y Estados Unidos”, asevera. ¡Aguas con los piratas! El arquitecto De Buen comenta que dentro de muy poco iniciarán algunas obras en Costa Rica y en El Salvador, y que en unos días más asistirán a una expo internacional de productos sustentables, en Taiwan, donde el gobierno de ese país les solicitó que presentaran la tecnología de Ecocreto. “Como puede ver, el interés es muy grande porque tenemos el reconocimiento de ser la empresa líder en este terreno; ha habido muchas imitaciones que nos han hecho daño, pero no porque nos roben la chamba, sino porque la gente que las utiliza se decepciona del producto y creen que se trata de Ecocreto, cosa que no es verdad”, explica. El licenciado Alejandro Vázquez
Gómez, responsable del área comercial de High Tech Concretes explica que el invento del aditivo podrán ser imitado por alguna persona, pero nadie tiene la experiencia y la investigación en torno al procedimiento de instalación de las bases, “que se puede decir que tiene entre 70 y 80 por ciento de importancia para crear un sistema de pavimento complejo.


En eso hemos invertido mucho, en investigaciones, porque no nada más se trata de decir: ‘ya tengo una mezcla, la instalo y es un concreto permeable’, no, porque en todo esto tiene que ver mucho las resistencias con respecto al desarrollo de las bases, qué tipo de bases son, para qué tipos de obras y en qué tipo de subsuelos. Asimismo, hay que cuidar cómo controlar el agua dentro de las bases, porque si no lo hacemos correctamente puede mermar la resistencia del pavimento; vaya, que cualquiera puede hacer el aditivo o algo muy parecido, pero si no tiene los años y la experiencia estructural en bases, por mejor que sea el pavimento no funcionará como debe hacerlo”, enfatiza.

Características técnicas de Ecocreto:

• Se trata de un aditivo semilíquido, no explosivo, no flamable, no venenoso, especial para la mezcla y fabricación de concretos permeables.
• Se puede usar como un aditivo para aumentar la resistencia a la compresión y a la flexión en concretos hidráulicos.
Viscosidad: 1500s 2000 cp. • Densidad: 1,5 a 1,6.
• Proporción de mezclado de cemento por mezclar. 4 a 5% en volumen de aditivo sobre peso
• Presentación En cubetas de 19 litros y tambos de 200.

Voluntad política
Ha habido representantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y algunos diputados del Congreso convencidos de los resultados que se obtendrían con el
uso masivo del Ecocreto en la Ciudad de México. Como ejemplo, se encuentra el apartado que se le dedicó al Ecocreto en el Informe de actividades de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales (“El Ecocreto, una alternativa para evitar inundaciones”), de la Cámara de Diputados, publicado en la Gaceta Parlamentaria el 24 de octubre de 2005. Antes, en 2003, se consignó en el Diario de debates de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal el siguiente enunciado:
“Se sometió a la consideración de la Asamblea, un dictamen de la Comisión de Uso y Aprovechamiento de Bienes y Servicios Públicos, al Punto de Acuerdo para exhortar al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, a que utilice en sus obras Ecocreto”. Para fundamentar el dictamen, por la Comisión de Uso y Aprovechamiento de Bienes y Servicios Públicos, hizo uso de la palabra el diputado Marcos Morales Torres. Sin que mediara debate se aprobó el dictamen con 51 votos.
La presidencia instruyó hacerlo del conocimiento del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, para los efectos legales a que haya lugar. Estas son dos muestras del interés que ha generado este desarrollo tecnológico en la esfera legislativa, aunque también existe el otro lado de la moneda. Un ejemplo es el de quienes afirman, dice el arquitecto de Buen que “existe la posibilidad de que el agua de lluvia se contamine por la mala calidad de la atmósfera de la ciudad de México, y que esa agua al caer e infiltrarse al subsuelo a través del Ecocreto contaminaría los mantos acuíferos, lo cual me parece una verdadera aberración. Hay autoridades que escucharon esas versiones y no se atreven a tomar la decisión de que el producto se utilice en forma masiva, por lo menos en el Distrito Federal. Si eso fuera cierto, es decir, que hubiera algún nivel de contaminación que pudiera llegar a los mantos, de todas formas nos saldría más barato limpiar esa agua que perderla y no tener los hundimientos que estamos teniendo en Iztapalapa. Pero insisto, pensar así es una aberración. Nosotros, en la Dirección de Obras Públicas, hace 12 años, advertimos que si no se hacía algo la ciudad se iba a hundir”.

Alejandro Vázquez Gómez interviene para establecer que es absurdo pensar en que el agua de lluvia pueda contaminar los mantos, “porque eso sería tanto como decir que los mantos acuíferos se recargan con agua potable. Entonces, parecería que la lluvia que cae en los cerros, los jardines o en los terrenos lodosos no está contaminada”, sentencia. La realidad es que si yo pongo asfalto en las calles, a los tres años, en promedio, se deberá reencarpetar; si se pone Ecocreto, transcurrirán tres sexenios en los que nadie podría meter mano para hacer otra obra parecida. Hay muchos intereses cuando se quiere ganar una obra pública, entonces les quitas el negocio”, asevera. “Somos muy competitivos; es más, organizaciones como Wal Mart están utilizando Ecocreto en muchas obras porque sale incluso más barato que el asfalto”, asegura De Buen, quien reitera que “hemos logrado un costo más barato y mayor eficiencia con la nueva fórmula. Cada vez hay más gente preocupada por el tema de la ecología y lo sustentable del producto; de hecho estamos a punto de iniciar una serie de estudios con el Instituto de Ingeniería de la UNAM donde vamos a ver todo lo que hay alrededor del Ecocreto, aunque aclaro que el ingeniero Jaime Grau, quien dirige nuestra planta en Austin, Estados Unidos, hizo todos los estudios con la Universidad de Texas, la cual certificó la calidad de nuestro producto”, concluye.
“Quisiéramos que el lector se quedará con la conciencia de que este es uno de los productos que nos va a ayudar a recuperar el agua de los mantos acuíferos y a prevenir desastres como los que hemos estado viviendo últimamente, dice Vázquez Gómez, “o lo que pasó con el temblor, cuando la cantidad de edificios que se cayeron fueron, en parte, a consecuencia de que el subsuelo perdió elasticidad y no necesariamente porque estuvieran mal construidos”, finaliza.