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Arnold Van Acker |
Arnold Van Acker trabajó durante 45
años en la industria de la prefabricación de concreto.
Retirado desde 2001, comparte su experiencia dentro de las áreas
de investigación, desarrollo y tecnología de productos
de concreto pretensado y precolado en diversas universidades
de arquitectura e ingeniería alrededor del mundo. En
ellas imparte cátedra a nivel de maestría sobre
nuevos usos y avances de elementos prefabricados de concreto.
Actualmente, es miembro de la junta directiva de la escuela
Técnica Superior de Arquitectura en Bruselas; del Comité
Europeo de estandarización; de la Belgian Precast Concrete
Federation (FEBE) y de la International Concrete Federation
(FIB), habiendo presidido ésta última de 1986
al 2002. Sus aportaciones enfocadas al desarrollo innovador
de pretensados y precolados lo ha hecho merecedor de diversos
reconocimientos por parte de la FIB y el European Committee
for Standardisation (CEN). Recientemente ha iniciado un programa
de cursos sobre el diseño de estructuras prefabricadas
que lo ha llevado como ponente a países como Bélgica,
Italia, Brasil y Ciudad del Cabo. En Junio, como se mencionó,
el IMCYC recibirá a este destacado pro esional.
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Durante los últimos cinco años se ha
generado una transformación radical en el uso y tecnología
de elementos prefabricados de concreto, principalmente por la exigencia
vertical de las edificaciones contemporáneas.
Europa se ha convertido en un campo de experimentación en el
cual con frecuencia se llevan al límite los fundamentos antiguos
para dar solución a nuevos retos constructivos. Seguridad, eficiencia
estructural, sustentabilidad, ventajas y limitantes son parte de los
temas que se trataron en una interesante conversación con el
catedrático belga Arnold Van Acker, una de las voces más
destacadas a nivel internacional sobre el tema.
¿Cuáles son los factores más
comunes que han determinado
los avances en el uso de prefabricados de concreto en Europa?
“Hay dos en específico: El primero, la aspiración
de obtener hitos de mayor altura (afán constante del hombre);
el segundo, la expansión de las cualidades y ventajas estructurales
en su uso. Analizando el caso de países europeos como Bélgica
y Holanda nos damos cuenta que este fenómeno fue contundente
en ellos, ya que logró incrementar la construcción de
torres prefabricadas de concreto, algo que hasta la década de
los noventa no sucedía puesto que estos prefabricados no eran
utilizados en el sector constructivo europeo. Sin embargo, en la década
siguiente los diseños se transformaron y requirieron elementos
más ligeros, más estilizados y con un mejor funcionamiento
a nivel estructural.
Es este momento el punto de ruptura y avance hacia
la diversidad e innovación de los elementos prefabricados de
concreto. Proyectistas y calculistas se dieron cuenta que estos elementos
ofrecían un margen considerable en beneficio de la eficiencia
estructural, al generar elementos como vigas y trabes más estilizados;
que se podía prolongar la calidad de la construcción y
finalmente que se obtenía otro parámetro dentro de las
cualidades espaciales de edificios industriales, comerciales, de oficinas
o deportivos al salvar claros más largos.
Actualmente en Bélgica, la construcción de edificios prefabricados
de gran altura ha llegado a superar los 37 pisos y 137 metros de altura.
Quizá si lo comparamos con otras ciudades del mundo es un número
pequeño, pero si detallamos sobre las condiciones geotécnicas
y fuerzas horizontales nos daremos cuenta que son bastante reveladores.
Lo que pasó ahí fue que finalmente se implementó
un sistema mixto resuelto a través de un núcleo principal
de concreto colado en sitio –que alberga los servicios y circulación
vertical– y una estructura periférica de prefabricados
en vigas o losas y precolados en fachada que, finalmente albergan la
mayor parte del programa arquitectónico. Por su parte Holanda,
ha realizado la torre más alta con este sistema, es un edificio
de apartamentos de 142 metros de altura y 42 pisos donde los primeros
cinco niveles son construidos en sitio y los siguientes 37 son completamente
prefabricados. El proyecto se ha construido el año pasado en
la ciudad de Rotterdam y marca un precedente importante en nuestra industria
por lo que implica a nivel de estandarización y calidad de sus
elementos estructurales”.
¿Cuáles son los avances más
significativos en investigación sobre estos elementos?
“Hemos logrado varios y en áreas muy diversas. A nivel
de rendimiento estructural hemos obtenido en pruebas de laboratorio
cilindros de concreto precolado de alta resistencia con cargas superiores
a las 100 ton/m2, esto es ahora un valor común en este tipo de
elementos, la mayoría de las fábricas dedicadas a la prefabricación
lo utilizan a diario.
El principal beneficio en este punto es que damos una respuesta contundente
a la demanda del mercado a nivel formal. Hoy en día es muy común
que los edificios de oficinas sean de gran altura e integren el uso
de columnas circulares con secciones transversales de no más
de 60 cms. de diámetro impuestas por el arquitecto. Pero no sólo
eso, los diseños actuales de arquitectura han generado formas
no ortogonales: elípticas, redondeadas, con bordes afilados,
etc. Esto es una clara tendencia del mercado que nos ha hecho mejorar,
hoy puedo afirmar que la industria de prefabricados está lista
para responder con flexibilidad y eficiencia técnica en su producción
a cualquier reto constructivo en edificación.
En el contexto del medio ambiente, la industria de prefabricados de
concreto está marcando una pauta importante en la reducción
de factores o agentes contaminantes: hasta un 45% en el uso de materiales
tradicionales, hasta un 30% en el uso de energía eléctrica,
un 40% menos residuos de demolición, entre otros factores.
Varias plantas de reciclaje para concreto se han ido realizando en los
últimos años y sabemos que las futuras plantas de prefabricación
funcionarán como un sistema cerrado, en el que todo se procesará,
reciclará e industrializará en nuevos elementos para la
construcción”.
Usted ha expresado una teoría sobre
cómo hacer atractiva y funcional la vida de los edificios a través
de los prefabricados…
“Sí. El problema es que los edificios son concebidos
sin pensar en el futuro, en su evolución. De esta forma planteo
que es posible una renovación sin hacer gastos de demolición
estructural o renovación de acabados. Ambas soluciones graves
al implicar contaminación auditiva, de sólidos, problemas
de tráfico, entre otros inconvenientes que en ciudades europeas
resultan seriamente preocupantes. Para mí la solución
a este problema se encuentra en generar un nuevo diseño en edificios.
El concepto básico se enfoca en hacer una clara división
por uso y función entre cada uno de los elementos estructurales
a utilizar y los acabados a nivel arquitectónico.
Hoy en día, las estructuras prefabricadas de concreto –al
menos en Europa– ya están concebidas de acuerdo con este
concepto”.
¿Se le ha ganado terreno al acero estructural?
“Debo decir que sí. Y sobre todo en cuestión de
seguridad ¿Por qué? En primer término
porque la materia prima con que elaboramos los precolados o pretensados
tienen en promedio de una a dos horas de resistencia al fuego, esto
sin necesidad de alguna protección necesaria. Dos, por la velocidad
de construcción que puede representar hasta una reducción
de hasta el 7% en la inversión y finalmente, porque podemos duplicar
la velocidad de instalación de nuestros elementos en comparación
con el acero. Tenemos mejor aislamiento acústico y se presenta
menor deformación estructural en elementos horizontales (losas),
esto nos ha ubicado en un punto de crecimiento franco”.
¿Cuáles son las limitantes con
las que se están enfrentando?
“La prefabricación es un proceso industrial con un gran
potencial para el futuro. Sin embargo, a menudo es posible ver que los
arquitectos, ingenieros y contratistas dudan en utilizar la técnica
debido a la falta de conocimiento sobre la mecánica estructural,
preparación, y diseño de estos elementos en sus proyectos.
El tema rara vez se enseña en las universidades y, en general,
sólo se accede a él en especializaciones o posgrados a
nivel profesional. De este modo, los constructores se ven privados de
las ventajas técnicas y económicas de estos avances en
la moderna tecnología de la construcción.
Lo anterior podemos definirlo como limitantes externas. A nivel interno
o específico, sabemos que nuestros materiales tienen limitantes
en función de varios factores como: el tamaño de las plantas,
la sección transversal admisible de las columnas principales,
el tipo de fachada, la capacidad de carga de las grúas torre,
mano de obra calificada y otras. Personalmente, creo que dentro de las
soluciones actuales, la limitación a nivel constructivo se encuentra
alrededor de los 50 pisos de altura, donde se vuelve complicado utilizar
estos elementos”.
¿Cómo actúan los organismos
europeos para superar estas limitantes?
“Actualmente existen diversas comisiones o grupos que atienden
la industria de la prefabricación, la FIB –Commission on
Prefabrication– se ha encargado de generar un grupo de “Tareas
Especiales”, del cual soy miembro, y hemos publicado una guía
de buenas prácticas sobre el diseño, uso y disminución
de accidentes con estructuras de concreto prefabricado. Soy el coordinador
y he escrito un primer borrador que está siendo examinado por
todos los miembros. La publicación final del documento se espera
esté lista a finales de 2008”.
¿Podemos saber parte del contenido?
“Uno de los puntos importantes en obra es el diseño de
conexiones en estructuras de gran altura. Las conexiones son parte esencial
del proceso constructivo, su función consiste en fusionar los
elementos individuales y convertirlos en una estructura coherente y
sólida capaz de soportar todas las fuerzas que actúan
de forma directa e indirecta.
Las conexiones en edificios de gran altura son, en principio, iguales
a otros proyectos de construcción. La importancia es solucionar
de forma efectiva los puntos de unión entre las columnas y muros,
mientras que en elementos horizontales se requiere una supervisión
estricta en columnas, vigas y núcleos centrales de circulación.
Aquí abordaremos la importancia de las piezas de amarre y de
la soldadura, sus pruebas y niveles de calidad en su ejecución,
entre otras cosas”.
Hemos hablado de los grandes edificios ¿en
el caso de la vivienda cuál es la importancia de los prefabricados?
“En la construcción de vivienda tenemos la ventaja de ser
más económicos, duraderos y versátiles. Nuestra
industria está haciendo esfuerzos para mantenerse dentro de las
exigencias de la sociedad moderna: economía, eficiencia, rendimiento
técnico, seguridad, funcionamiento y las circunstancias especificas
del medio ambiente. Una opción es sin duda, estandarizar el negocio
de la construcción usando plantas modernas permanentes con procesos
eficientes de fabricación, mano de obra calificada, renovación
e incremento de los estándares de calidad, y buscar a través
de la investigación nuevos productos, sistemas y procesos para
lograr este objetivo.
Al cumplir con esto, es obvio que la prefabricación podrá
dar una solución adecuada al déficit de vivienda que enfrentan
varias ciudades en el mundo. Para mí queda claro, tratándose
de precolados o pretensados de concreto su uso y cualidades no se ha
limitado, todo lo contrarío, día a día se avanza
más en nuevas tecnologías que dan soluciones efectivas.
El concreto no ha dado ni la mitad de su potencial a la humanidad, la
situación es convertirlo en un agente amigable a través
de un uso responsable por parte nuestra”.