Las aplicaciones del concreto reforzado con fibra de
vidrio alcalíresistente (conocido como Glass Fibre Reinforced
Concrete, GRC o GFRC, por sus siglas en inglés) son fundamentales
dentro del amplio mundo de la prefabricación.
Una prefabricación para la que no se requiere
de una gran inversión industrial y que, desde hace treinta años,
sirve bastante a la arquitectura, dando soluciones a cerramientos de
fachadas y a piezas de lo que se ha dado en llamar “piedra artificial”
(elementos de pequeño formato, elaborados con base en concreto
arquitectónico), usada profusamente en sectores como la restauración.
Se puede definir el GRC o GFRC como un composite mineral con base cemento,
caracterizado por su gran ductibilidad siendo normal un límite
elástico de 10 Mpa, cuando la rotura alcanza los 17 Mpa. Cabe
decir que la mayor producción de GRC que se manufactura en todo
el mundo se confecciona bombardeando sobre moldes abiertos un concreto
de micro granulometría incorporado a fibras de vidrio alcalino
resistentes en proporción no mayor del 5% ni
inferior al 3% sobre el peso total del compuesto.
El GRC se rige actualmente por una amplia normatividad europea así
como por detallados reglamentos norteamericanos que lo diferencian positivamente
de las muy diversas composiciones de concretos reforzados con otras
fibras que se emplean sin amparo de manuales ni normas. A continuación
se hablará de las características del material, tanto
en su aspecto técnico como en el estético (forma, textura
y color) mientras que en la segunda parte del documento, a publicarse
el mes próximo, presentaremos la tecnología así
como algunas aplicaciones concretas que se han realizado en países
como Colombia y España.
El material
El composite denominado Glass Fibre Reinforced Concrete, fue creado
en los años setenta en Europa, como resultado de una investigación
que buscaba superar los problemas de los antiguos fibrocementos. Sus
aplicaciones encontraron terreno abonado en el mundo de la creatividad
arquitectónica dada su facilidad de manufacturar de manera versátil,
elementos premoldeados con mínimo espesor y aspecto pétreo.
Habiéndose extendido su uso con gran rapidez en toda Europa,
recibió un gran impulso en los Estados Unidos hace ya 25 años,
cuando empezó a usarse la tecnología de conectar la placa
premoldeada en GRC, con una estructura metálica ligera preconfeccionada
para este propósito: la llamada skin+stud frame. Dado que las
fibras de vidrio convencionales, tales como las que refuerzan resinas,
no tienen durabilidad en el medio altamente alcalino del cemento, es
preciso emplear las que se solucionaron para conseguir dicha resistencia,
incorporando zirconio al vidrio fundido, en proporción mínima
del 15%.
Características
El concreto reforzado con fibra de vidrio alcali-resistente, conforme
a normativas y manuales del GRC tiene como característica fundamental
en su comportamiento de tensión y deformación. Puesto
que conforma elementos de espesor muy reducido (entorno a 12 mm o ½
pulgada), es obvio que definirlo con características de resistencia
a compresión no es apropiado. Cabe decir que se suele expresar
la resistencia a rotura a flexión mediante ensayos normalizados;
sin embargo, esto tampoco resulta suficiente porque la rotura se alcanza
mucho después de superado su límite elástico y
después de considerables deformaciones remanentes. Es por ello
que lo correcto es expresar la característica de resistencia
del GRC con tres magnitudes obtenidas con el testo completo de flexión,
a saber: límite de elasticidad, módulo de rotura y alargamiento
en rotura. Así, por ejemplo, un GRC típico es el definido
como 10/18/3.0, que significa que tiene un límite elástico
mínimo de 10 Mpa, un módulo de rotura mínimo de
18 Mpa y a un alargamiento en rotura del 3%. Es recomendable probarlo
en laboratorio, siguiendo las especificaciones de la norma europea EN-1170-5,
de octubre de 1998.
La segunda característica de importancia en el control de calidad
de GRC es su coeficiente de absorción. Cuando se elabora cualquier
compuesto de concreto con fibras, existe la tendencia a ocluir gran
cantidad de aire y sin un trabajo inmediato de compactación resulta
un material más poroso que el concreto normal. Por ello es de
suma importancia la determinación de la absorción de agua
por inmersión que la norma europea EN-1170-6 completa con la
determinación de la densidad seca. Un GRC con un 55 de proporción
de fibra, adecuadamente compactado, obtiene un coeficiente de absorción
del orden de un 10% y con una densidad (seca) entorno a los 2,000 kg/m3.
Con el grado de compacidad que expresan estos resultados, cuando se
complementan con ensayos hielo-deshielo, después de 50 ciclos,
se obtienen reducciones de la resistencia a rotura inferiores al 25%.
Otra característica fundamental del material
es su elevada resistencia al choque, tanto de impacto de cuerpo duro,
como de cuerpo blando. Para controlar esta característica se
realiza un ensayo en laboratorio (aunque no de manera sistemática
porque es poco disperso cuando se mantienen constantes las materias
primas y la compactación), dejando caer una bola de acero de
1 kg de peso desde diferentes alturas sobre una placa de GRC de espesor
promedio de 12 mm. Cuando cae desde una altura de dos metros, produce
una huella de 1 mm de profundidad pero no rompe ni se fisura. Obviamente
este resultado
es superior al obtenido con otros tipos de fibrocemento e incluso con
algunos tipos de piedras.
La normatividad existente
La normatividad europea fue aprobada hasta 1997, habiendo sido elaborada
por el grupo de trabajo denominado “Glass Fibre Reinforced Ciment/Composities
Ciment-Verre”, del Comité Técnico CEN/TC-229.
Se identifican como EN-1170 desde -1 hasta -8 (pueden solicitarse en
su versión en español a AENOR, en España www.aenor.
es). No sólo definen los métodos de control del GRC ya
endurecido, sino también las pruebas de calidad en proceso, entre
los cuales es clave el de la medida del contenido, el de la fibra del
material fresco o por el método de separación por lavado
(wash out test).
Características del GRC de orden estético
El arquitecto, diseñador o prescriptor, aprecia sus cualidades
respecto a la facilidad para obtener formas, texturas y colores. En
este sentido, no debemos olvidar que el GRC no deja de ser un concreto,
un hormigón, es decir, un material “hormable” (formable)
con naturalidad. La herramienta más habitual con que se forma
el GRC es el spray o proyección por bomba del concreto simultáneamente
con la fibra cortada por el mismo spray gun. Esta herramienta proyecta
con fuerza las partículas de concreto sobre el molde y al
estrellarlas contra esta superficie la reproduce con total precisión.
Para que no se observen en la superficie expuesta del elemento las fibras
de vidrio, la primera capa proyectada con el spray gun se efectúa
sin fibra en unos 2 a 3 mm (máximo), dependiendo del acabado
ulterior de la pieza.
Esta práctica, la de efectuar un primer espesor
—mínimo— sin fibra, define una variante del spray
gun a propósito de la cual posibilita el empleo de composiciones
especiales de cara expuesta con granulometrías de mármol
de color, por ejemplo, y con pigmentaciones del cemento en toda la gama
de tonalidades que permiten los colorantes inorgánicos disponibles.
Es importante resaltar que cuando el GRC se extrae del molde —normalmente
al día siguiente de su fabricación— puede texturizarse
mediante chorro de agua, si previamente el molde ha recibido un desmoldante-desactivante,
o también puede obtenerse una textura de superficie por chorro
de arena (sandblasting) o por abujardado a martillo o disco, o incluso
conseguir el pulido de la cara expuesta.
Para obtener una misma pieza, los moldes resultan más
económicos que los necesarios para el concreto arquitectónico
normal porque el GRC proyectado resulta, gracias al concurso de la fibra,
tixotrópico y sigue la forma del molde sin necesitar contramoldes.
En definitiva, conforma cáscaras de un espesor de ½ pulgada,
compactado manualmente mediante rodillos de plástico que constituyen
la herramienta auxiliar básica del sistema. Cabe decir que con
este procedimiento de conformación y compactación, los
moldes sufren poco (mucho menos que con el concreto de espesores normales
compactado por vibración), por esta razón pueden prepararse
moldes con chapas metálicas ligeras, dando formas como poliestireno
expandido, maderas, siliconas, etcétera, así como todo
tipo de materiales que faciliten la versatilidad y la variedad en las
formas.
Nota: Para mayor
información sobre el tema consultar las siguientes páginas
web:
www.cem.fil.com
www.archprecast.org
www.pci.org
www.grca.org.uk
www.preinco.com
www.titancemento.com
www.arconcret.com
|