¿Y LA COMPETENCIA?
Askenazi es enfático cuando afirma que su desarrollo no tiene competencia. “Puedo decir por ejemplo, que Nextel dejó las instalaciones que ocupaba en Vallejo —en una planta industrial rehabilitada— para venir acá porque no existe un parque de estas dimensiones y características en la Ciudad de México. Tal vez haya algo parecido, y quién sabe si en forma horizontal, en el norte de la República, pero no con estas dimensiones porque hablamos de 105 mil metros de oficinas. Mucha gente —dice el entrevistado— tiende a comparar un esfuerzo de este tipo con los desarrollos que se realizan en otras partes, pero basta una anécdota para explicar lo que sucede:
Hace tiempo nos visitó un importante corredor de oficinas, uno de los brokers más conocidos del mercado inmobiliario cuando el concepto estaba en sus primeros pasos.
De entrada, no se podía pensar que hubiera oficinas en Azcapotzalco con la categoría de zonas como Polanco, Interlomas o Reforma, pero cuando comprobó que nuestras construcciones eran nivel Triple A —con instalaciones de vanguardia en elevadores, fachadas, plazas, áreas verdes y la inclusión de un mall— quedó sumamente satisfecho.
En realidad, Tecnoparque tiene todas las cualidades de un conjunto de oficinas situado en Santa Fe, y muchas más”, afirma.
¿MÁS TECNOPARQUES?
“Cualquiera que conozca la obra de la que hablamos estaría de acuerdo en que se replicaran este tipo de proyectos, toda vez que son detonantes económicos que generan empleos, la construcción de viviendas, obras viales y la llegada de diversos prestadores de servicios, lo que produce una gran plusvalía en la zona.
La expectativa de este centro de negocios fue tan grande que ahora mismo hay menos empresas de las que esperaban
tener, es decir, que una sola compañía ha ocupado gran parte del terreno disponible. Es el caso de HSBC, que ocupa dos edificios que albergan a cinco mil empleados. Bimbo, por ejemplo, incorporó 400 personas en una superficie relativamente pequeña, de 3, 500 metros cuadrados”.

Es deseable, dice Askenazi, que se repita este concepto, “pero es complicado por diversos factores, entre los que están la poca disponibilidad de áreas tan grandes, el valor de la tierra y los valores de la construcción que, a precios actuales, haría imposible pensar en hacer algo parecido.
La Ciudad de México merece tener más centros de negocios con esta calidad y el interés existe”.

PROYECTO ARQUITECTÓNICO
Tecnoparque tiene un avance considerable. Se cree que la obra estará concluida entre el año 2009 y 2010. En abril, como se dijo, terminará la construcción del cuarto edificio porque el proyecto contempla edificar un inmueble cada año. En este momento, dice Askanazi “estamos dedicados a cumplir con

 
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Construcción y Tecnología®
Marzo 2007
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