El uso del concreto en estructuras marinas se remonta a la antigüedad. Conforme se ha desarrollado este material, también su uso se ha extendido a diversas aplicaciones marítimas tales como: muelles, diques, faros, espigones, defensas costeras, entre otras.
Una de las más colosales obras marítimas de ingeniería en la actualidad, ha sido construida de concreto reforzado y preesforzado, y fue premiada en el año 2006 por la fib (Fédération internationale du béton), como “Obra excepcional de concreto” (“Awards for Outstanding Structures”).