Para evitar las terribles inundaciones que han lastimado con fuerza en años recientes a los estados de Tabasco y Chiapas, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, puso en marcha recientemente la estructura de control y la compuerta de la presa El Macayo, en el estado de Tabasco.
Se calcula que con esta magna obra, impulsada por los gobiernos estatales, así como por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), serán beneficiados más de medio millón de habitantes. En la ceremonia de inauguración, además de estar presente el jefe del Ejecutivo, estuvieron los gobernadores tabasqueño y chiapaneco, Arturo Núñez y Manuel Velasco, respectivamente.
La problemática que hizo posible la edificación de esta compuerta se derivó de las severas inundaciones que dañaron hace cinco años al estado de Tabasco, a los municipios de Centro (que abarca la capital de Villahermosa) y Nacajuca, entre otros. Se trata, expresó el presidente, de “una obra hidráulica estratégica diseñada en la cuenca con más agua del país y la séptima a nivel mundial. Esta obra es ejemplo de la infraestructura que tenemos que construir en todo el territorio nacional para que el agua sea una fuente de vida y prosperidad, en lugar de ser un riesgo para la vida, integridad o el patrimonio de los mexicanos”.