En medio de una gran celebración, el nuevo estadio acogió un partido amistoso entre el Spartak de la capital rusa y el Estrella Roja de Belgrado, que terminó en un cordial 1-1 el pasado mes de septiembre.
El ministro ruso de Deportes, Vitali Mutkó, se dirigió a la multitud que abarrotaba las graderías con capacidad para 42.000 espectadores. "El estadio deportivo más moderno se ha abierto hoy en Moscú", dijo Mutkó. "Habrá algunas mejoras antes de la Copa del Mundo de 2018, pero todo está prácticamente listo", agregó.