El nuevo marco legal, auspiciado por esta reforma, permite crear las bases para la reactivación, modernización y eficiencia de la industria energética mexicana. Empresas nacionales e internacionales puntean los capitales que incentivarán las oportunidades de desarrollo de infraestructura y productividad en el sector.
Cabe señalar que, este nuevo marco es el comienzo de la participación de capitales privados en los sectores estratégicos del sector energético nacional. Desde esta perspectiva -apuntan analistas- que será en un horizonte de por lo menos cinco años para que el sector registre los efectos del potencial de la apertura del mercado energético, previamente dominado por Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).