En diversos países se realizan investigaciones interdisciplinarias con el fin de desarrollar tecnologías que logren incorporar la utilización de impresoras 3D en concreto para el proceso constructivo. Lo anterior ha propiciado el acenso acelerado de este tipo de técnica siendo considerado por la firma MarketsandMarkets que tendrá un crecimiento anual del 15% dentro de los próximos cinco años.
A pesar de que la impresión 3D aún no está del todo difundida, las estadísticas muestran que puede beneficiar en múltiples maneras, entre las que se encuentran el ahorro de entre un 30% y un 60% en los residuos de construcción, la disminución del tiempo de producción hasta en un 70%, y la reducción de los costos de mano de obra hasta en un 80%.