Los materiales industriales se han convertido en toda una tendencia del diseño de interiores, destacando entre ellos el uso del concreto por la versatilidad que hace posible proponer piezas inesperadas e inusuales.
Dos elementos que llegaron a México en las postrimerías el siglo XIX revolucionarían la forma de proyectar y construir: el cemento y el concreto, pues debido a sus carterísticas en cuanto a elaboración, fácil almacenamiento y distribución, además de las múltiples aplicaciones que podría dárseles, en un lapso breve obtuvieron una gran demanda.