La tendencia en muchas ciudades es inclinarse por la opción vertical. Los arquitectos de mayor renombre, como César Pelli o Zaha Hadid, propugnaban por esta salida. La expansión horizontal, decían, “significa que habrá más caminos, más autos, más contaminación... Si las ciudades se hacen grandes de esa manera será nefasto”, advertían. En contraparte, veían en “la densidad vertical” como algo que “crea más vida”: porque permite el contacto entre “gente de todo tipo y razas”.