SUME SUSTENTABILIDAD para México A. C. es una asociación sin fines de lucro cuya visión es sumar esfuerzos para lograr un México sustentable a fin de mejorar la calidad de vida de todos a través de acciones en conjunto.
Siendo un espacio plural que congrega a todas las organizaciones interesadas y comprometidas con el futuro sustentable que nuestro país necesita y merece, hoy en día es encabezada y representada por el Ing. Darío Ibargüengoitia, quien gentilmente nos comparte la visión personal e institucional de esta gran y joven iniciativa.
UN CAMBIO PERSONAL
Hace poco más de dos años, se gestó de forma oficial la iniciativa por consolidar una voz incluyente que reuniera diferentes esfuerzos del sector de la construcción a nivel empresarial, institucional y académico en un solo frente. Un esfuerzo que además recolectara la trayectoria y compromiso personal de diferentes actores del sector que han demostrado una franca preocupación por el impacto de la industria en el medio ambiente, siendo todos ellos, propositivos y emprendedores. Así nació SUME, una propuesta integradora, amplia, transparente y democrática.
Hoy su titular nos narra la manera en cómo su vida personal y profesional ha ido dando un giro paulatino pero constante que lo ha llevado a tener una clara vocación sobre el impacto benéfico de transformar la forma en cómo desempeñamos nuestro trabajo a nivel urba- no, arquitectónico o de ingeniería. Esto es lo que nos comparte el Ing. Darío Ibargüengoitia. “Comencé en 1987 como proyectista de aire acondicionado, y hace seis años decidí buscar la acreditación que emite el US World Green Building Council para profesionales LEED, lo quería hacer para tener una credencial adicional a lo que ya hacía como especialista en energía. Realicé el examen y descubrí cuánto me fascinaba el tema de sustentabilidad, así decidí dedicarme a ello.
Poco tiempo después comencé a coordinar una certificación de un edificio importante en Puebla y ahí es donde fue mi inicio oficial y al ciento por ciento en la sustentabilidad; lo anterior implicó no sólo permanecer trabajando en el manejo de aire acondicionado sino a todo lo que involucra la susentabilidad: manejo de agua, materiales, generación de residuos, etc.
Para nuestro experto, lo anterior representó un cambio sig- nificativo: se dio cuenta que no es un lujo diseñar y construir con fundamentos sustentables, sino que es un compromiso al que ya no puede uno rehuir. “Evidentemente ese cambio de paradigma me marcó, supe entonces que si es posible hacer una mayor inversión
ésta se recupera en un plazo considerable de tiempo; entonces comencé a enfocarme en concientizar a los inversionistas (por lo económico) y a los constructores (por sus prácticas laborales) de que este sistema valía la pena para todos y que era viable si había un esfuerzo económico adicional que además –está comprobado- se recupera en un lapso de 2 a 5 años”.
Continua: “Ahora más que nunca no puede concebirse la sustentabilidad si no es a través de un diseño holístico, integral, lo que significa una colaboración muy estrecha entre arquitectos, ingenieros civiles, mecánicos, eléctricos, personal de operación, mantenimiento, escuchar a todos. Esa característica considero es la parte que más me ha gustado de este nuevo entendimiento, ya que como bien sabemos, nadie es experto en todo, pero si pode- mos colaborar todos juntos aportando de nuestros conocimientos específicos y lograr contribuir con esos esfuerzos convergentes a consolidar una base para la edificación sustentable. Evidente- mente, se debe de erradicar la idea (obsoleta y errónea) de que los arquitectos diseñan sus edificios como obras maestras a las que los ingenieros deben de meterle las instalaciones o la estructura, ahora se trata de un mecanismo conjunto desde el origen, ese es el mundo de la sustentabilidad hoy por hoy”.
RETOS PRINCIPALES
Rompiendo el mito de que los esfuerzos aislados son siempre la carta de presentación del país, esta organización no se duerme en sus laureles. Para quien la preside está claro que aunque el trabajo conjunto ya es en sí mismo un logro valioso, no es todo lo que debe hacerse y por ello han puesto las manos en temas puntuales que permitan acortar la distancia entre los planes y la materialización de sus objetivos.
“Yo creo que la parte más difícil que hemos notado ha sido la parte de difusión de un cambio de cultura y educación, por ello siempre empezamos a trabajar con las universidades; otro reto difícil que hemos tenido es que las grandes desarrolladores vean en la sustentabilidad un negocio y creemos que aunque puede serlo, es necesario que también los usuarios comiencen a exigir que las edi- ficaciones sean sustentables. Teniendo eso claro, podemos resumir que nuestra misión es hacer rentable la sustentabilidad si no es así, no funciona; eso es lo que queremos que para todos los que es- tamos involucrados por eso el enfoque holístico, entendemos que el desarrollo se tiene que dar y con ello el esquema de negocio pero siempre de una manera que reivindique el respeto por el planeta”.
Respecto a ese punto, acota que justo ahora se ha comenzado a trabajar con dependencias y gobiernos estatales, quienes se han mostrado interesados en comenzar a desarrollar o mejorar sus propias instalaciones siguiendo una línea de bajo impacto ambiental. “Tenemos contacto además en términos legislativos o asesorías con SEDUVI y con varias instituciones, por ejemplo SEMARNAT que es con quien más estamos trabajando. También vale la pena señalar que el Poder Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa ya está buscando que sus edificaciones tengan este tipo de certificación, y hay gobiernos como el de la Ciudad de México o Aguascalientes que han comenzado a poner el ejemplo, son buenas señales para creer que podemos tener un futuro distinto”.
LOGROS DE CORTO PLAZO
Nuestro experto concluye afirmando que actualmente se está escribiendo la regla básica de lo que no se puede soportar más en el país y de forma paralela comenta que en el corto plazo se logrará que sea el gobierno el que de alicientes fiscales para que todos –inversionistas, constructores, desarrolladores o proyectis- tas- entren a la cultura de la sustentabilidad porque esta se verá como algo mucho más rentable. “El pronóstico es que al final de este sexenio vamos a tener una normatividad y una certificación voluntaria que van hacer el cambio completo en México, pero para lograrlo necesitamos que todos unan esfuerzos y los medios de comunicación difundan los logros de esta agenda por pequeños que sean. Debe quedar claro: la sustentabilidad no es algo que deban hacer los demás, es algo que comienza desde nuestros hogares, el cambio siempre lo hacemos nosotros”.