RAÚL GRANADOS pertenece a esa generación de profesionales entregados activa y pasionalmente a la práctica y enseñanza de la ingeniería estructural en México.
En los años recientes he realizado proyectos estructurales de edificios con alturas comprendidas entre veinte y treinta pisos, algunas de estas edificaciones fueron edificadas con estructuras de concreto y otras con estructura de acero en su modalidad de compuestas es decir, con las columnas formadas por los dos materiales para hacer más eficiente y competitivo su diseño
La experiencia y pasión
de Raúl Granados por
dar respuestas innovadoras
a los requisitos de la sociedad
moderna, marcan su trayectoria de cincuenta
y cinco años por el mundo de las
estructuras de concreto y la academia.
FORJANDO EL CAMINO
Cuando se nos revela exactamente lo que deseamos para nuestra vida profesional,
únicamente necesitamos escuchar a aquellos hombres que nos antecedieron
en el camino para emprender el andar profesional. Raúl Granados, ingeniero civil
por la Universidad de Autónoma de México, dedicado al campo de la ingeniería
estructural –por cincuenta y cinco años- y a la enseñanza de estructuras de
concreto –por cuarenta y ocho años- en la Facultad de Ingeniería de la UNAM,
lo confirma.
“Mi primer contacto con la ingeniería fue al cursar los estudios
de secundaria, a través de un profesor de matemáticas, quien era
ingeniero civil y nos platicaba de su actividad profesional. Con
todo, mi mayor influencia fue al cursar la preparatoria. Uno de
mis profesores -que ejercía la ingeniería- nos hablaba maravillas
de los ingenieros civiles”, relató el Ing. Raúl Granados.
Para el seducido joven de la ingeniería, el camino no fue sencillo.
No obstante, su vocación venció todos los obstáculos. “En
1957 intenté estudiar ingeniería en la UNAM, pero existieron problemas
de insuficiencia de espacios de matrícula para ingresar, y tuve que inscribirme
a la Facultad de Ciencias donde cursé el primer año de la carrera
de matemático. Para 1958, cambié a Ingeniería donde me revalidaron
dos materias de Ciencias y tuve que presentar exámenes a Titulo de
Suficiencia de algunas otras para acceder al segundo año, de esta
forma inicié en la carrera de ingeniería”.
“En ese momento lo más interesante era el ambiente de
la escuela. Con mucha presión -debido a la carga académica y a la
gran cantidad de trabajos que se exigían en ese momento- mí
interés por la ingeniería fue creciendo, algunos de mis profesores
se convirtieron en fuente de gran influencia, particularmente
mi profesor de asignatura de Estabilidad y el de Concreto. En
aquellos días, la Topografía una de las asignaturas que marcaron
mi desarrollo profesional. Su aprendizaje representaba el primer
contacto con la ingeniería real pues en ese momento las otras
materias eran más teóricas”, agregó el entrevistado.
Lleno de retos y entusiasmo el joven estudiante de ingeniería
establece por primera vez contacto con el Instituto Mexicano
del Cemento y el Concreto (IMCYC) al conocer al Ing. Cutberto
Díaz Gómez –entonces director del instituto- y al Arq. Jorge
García Bernardini -colaborador del instituto-, ambos lo invitan
a colaborar en la impartición de los cursos que se realizaba en
México y en otros países donde el IMCYC tenía impacto. A través
del mismo IMCYC –relata el entrevistado-, asistió a su primera Convención del American
Concrete Institute (ACI),
en la ciudad de San Juan de
Puerto Rico.
ENCUENTROS
Y DESARROLLO
PROFESIONAL
“Cuando terminé los estudios
de licenciatura, mí primer experiencia
profesional fue en la
empresa Colinas de Buen que
ejecutaba, en ese entonces,
los principales desarrollos
de ingeniería estructural en
el país. En mis primeros años,
dentro de esta firma, tuve la
oportunidad de participar en
uno de los proyectos más
importantes ejecutados en la
década de los años sesenta: El
estadio Azteca, cuya estructura
de concreto fue el inicio de
mi relación con ése material
extraordinario. Además, la
participación en está maravillosa
estructura, me permitió
lograr el grado profesional,
al utilizar la experiencia en
la elaboración de mi tesis de
licenciatura”.
Durante veinte años,
como integrante del equipo de
la empresa arriba mencionada.
Raúl Granados disfrutó la oportunidad
de desarrollar un gran
número de proyectos, entre
los cuales existieron varios
edificados con concreto. “Un
México en el que el concreto,
no obstante que era el material
más empleado en la
construcción tenía muchas
limitaciones. Por ejemplo,
era casi impensable el empleo
de resistencias mayores
de 250 kg/cm2.
Evidentemente conceptos como
el bombeo del concreto eran imposibles
de concebir.
Después de mis primeros veinte
años con la empresa Colinas de
Buen me asocié con el Ing. Oscar
de la Torre, juntos creamos la empresa
Proyectistas Estructurales
Asociados, en la que desarrollamos
importantes estructuras de concreto,
entre ellas el edificio de
Transportación Marítima Mexicana, y un gran número de edificios
en todo el país, para la empresa Teléfonos de México”, agregó el
entrevistado.
No cabe duda que muchas de las estructuras de concreto
que marcaron un parteaguas en la experiencia profesional de
Raúl Granados, encierran un sinfín de historias de la evolución
de la imagen citadina del México actual. Entre ellas, orgulloso y
soberbio se erige el Estadio Azteca, cuyos muros han sido testigo
de las hazañas deportivas importantes, así como espectáculos
musicales internacionales y que sin duda marco un parteaguas
en su carrera como ingeniero.
La edificación de estructuras de concreto está en constante
transformación, con retos persistentes forzando a los involucrados
en la creación de innovadores materiales que resistan y
den respuesta a las exigencias del mundo moderno, así como los
cambios climáticos y el cuidado al planeta. El experto en estructuras
de concreto ha participado en la edificación de los imponentes
elementos de concreto que pretenden alcanzar las alturas.
“En los años recientes he realizado proyectos estructurales de
edificios con alturas comprendidas entre veinte y treinta pisos,
algunas de estas edificaciones fueron edificadas con estructuras
de concreto y otras con estructura de acero en su modalidad de
compuestas es decir, con las columnas formadas por los dos
materiales para hacer más eficiente y competitivo su diseño”.
VISIÓN Y PERSPECTIVAS
Actualmente las estructuras de concreto rebasan los límites
de lo convencional, lo estereotipado, transforman el entorno
revelando nuevos espacios citadinos. Cada asombrosa estructura
de concreto es producto de la ingeniería moderna que busca e
innova rompiendo los paradigmas constructivos y materializando
en concreto lo irrealizable.
“En este momento, cada vez más está siendo empleado el
concreto en edificios cuya altura está comprendida entre treinta y
cuarenta niveles, todo gracias al empleo en la obra de resistencias
hasta de 700 kg/cm2 y de aditivos que aumentan la durabilidad y
mejoran otras características del concreto”, afirmó Raúl Granados.
Recientemente –agrega-,
llego a mis manos información
de cerca de treinta
productos de empresas cementeras
del país que cuyo
objetivo es el empleo más
eficiente del concreto. En la
medida en que el resto de
la industria del cemento y
el concreto incorpore estos
avances, podremos ver en
el futuro un material más
eficiente donde se elimine
la necesidad del curado, del
vibrado, entre otros, y sea
posible producir, por ejemplo,
concretos sin grietas ni
defectos.
En este sentido, las perspectivas
y desafíos de las
estructuras de concreto
van dirigidas al uso de la
construcción compuesta,
especialmente en edificios de
mediana y gran altura pues la
combinación del concreto y
el acero estructural siempre
produce diseños más eficientes
y agiliza los procesos
constructivos. Del mismo
modo se tienen reducciones
importantes en el peso de la
estructura que influye en el
costo de la cimentación.
El especialista en estructuras
de concreto, recomienda
a las nuevas generaciones
de ingenieros imaginar la
carrera de Ingeniero Civil
como “una gran profesión
que va a implicar grandes
compromisos pero también
grandes satisfacciones a
largo plazo. Esto es algo que
trato de inculcar a mis alumnos
del posgrado en donde
imparto mis clases”, finaliza
el experto.