Faltan unos cuantos meses para que se cumplan dos años de la constitución de la empresa de materiales para construcción más grande del mundo: Lafarge y Holcim, un verdadero emporio que cotiza en las bolsas de Zurich y París y que, de acuerdo con su presidente y director general a nivel mundial, Eric Olsen, entrará en una fase de transformación que los convierta “en el líder en todos los aspectos, es decir, una compañía que tenga un impacto positivo en el mundo y que puede hacer una verdadera diferencia para sus clientes, colaboradores, accionistas y la sociedad”.