El 12 de abril de 2017 dejó de existir una de las figuras más notables de la ingeniería mexicana de los siglos XX y XXI, un hombre de conducta intachable que supo construir una trayectoria limpia y profesional en el ámbito de la construcción, rebasada tan sólo por su capacidad para aglutinar a su alrededor a una numerosa familia que siempre reconoció su liderazgo natural y su capacidad para ofrecer lo mejor de sí mismo.