A medida que pasa el tiempo aumenta la complejidad de las estructuras a construir en distintos lugares del planeta; desde gigantescos edificios en altura hasta majestuosas obras de infraestructura como puentes, túneles, autopistas, presas y complejos hidráulicos, entre muchas otras. Las dificultades que plantean no se superan únicamente en el diseño estructural sino también en el campo de la construcción, y por ende en el desarrollo de materiales más robustos que sean capaces de satisfacer los más exigentes requerimientos técnicos.